La verdad, sería muy reduccionista creer como explicación la falta de información, al altercado reciente entre Ernesto Cordero, coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara Alta y el dirigente nacional de su propio partido, Gustavo Madero.
A inicios de esta semana, en la reunión para la negociación de la iniciativa de la reforma en telecomunicaciones, los panistas dieron la nota al enfrascarse en una discusión en la que el legislador reclamaba falta de información misma que él advertía, sí conocía su dirigente de partido, y además necesaria para realizar el diálogo y la reunión de trabajo en materia de telecomunicaciones.
Quienes estuvieron ahí presentes, entre ellos el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, Jesús Zambrano y César Camacho, dirigentes de los perredistas y priistas respectivamente; así como otros legisladores de diferentes partidos políticos, no sólo presenciaron el enojo de Cordero, sino los reclamos que airadamente le espetaba a Madero y por lo que hubo que pedirles a ambos representantes de Acción Nacional, recuperaran la calma.
Más es obvio que Cordero aún se encuentra resentido por no haber logrado la candidatura panista a la presidencia, pues sabe que premeditadamente se infló dentro y fuera, la figura de su correligionaria Vázquez Mota, que al final, quedó en un terrible y deprimente tercer lugar en las votaciones federales.
Cordero las trae, y las trae contra Gustavo Madero y contra todos aquellos que huelan a obstáculos presidenciales. Porque el ahora líder panista del Senado, vive con la idea de sus sueños truncados pero no como responsable, sino como víctima.
La verdad debe ser bastante incómodo trabajar junto a un resentido, pero más preocupante es que pueda tomar decisiones para la sociedad mexicana, en razón de su victimización.
Yo recomendaría a Ernesto Cordero que si cree tener enemigos y no puede con ellos, mejor que se les una.
Acta Divina… El senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, pidió no forzar los tiempos ni la agenda del Congreso y advirtió que “Cuando el impulso transformador no goza de consensos amplios, el resultado es negativo, pero cuando se actúa con responsabilidad y visión y espíritu republicano, los resultados generan frutos que trascienden generaciones”.
Para advertir… Rayos sobre el Vaticano tras la renuncia del Papa, meteoritos que se impactan en la superficie terrestre, temblores y objetos muy extraños sobre el Popocatépetl, ya me tienen más preocupada que la agenda etílica del senador “niño verde”, Jorge Emilio González.
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— temperamental el senador cordero no crees.? arranques muy “temperamentales”. que pena, lo traiciona el “temperamento”.