La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
A la vejez ¡aprendiz de brujo!
El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, es un referente de la lucha democrática de finales del siglo XX. En este sentido, el michoacano no se destacada por ser un político incendiario, a diferencia de Porfirio Muñoz Ledo, su estilo discursivo es sosegado.
No obstante, tener asegurado un lugar de privilegio en la historia, Cárdenas parece insatisfecho con lo hasta ahora logrado, por lo que, en forma titubeante, continúa con la inquietud de trascender en la vida pública, aunque, con más pena que gloria.
En este contexto, el fundador de la Corriente Democrática del PRI, fue mentor político de Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, aunque no hay una ruptura pública entre ambos, si se aprecia un distanciamiento.
Así pues, el hijo del general, busca destacar en la agenda política nacional, lo raro, es que, con los años de experiencia acumulados, no sepa cómo.
En los últimos meses, coqueteó con Dante Delgado y el movimiento Mexicolectivo, pero, de último momento, decidió deslindarse, justamente, cuando el presidente López Obrador, lo acusó de estar cerca del bloque conservador.
Ahora, el tres veces ex candidato presidencial, sostuvo una reunión con Ricardo Monreal, cuando de todos es sabido que el senador no goza, en lo absoluto, de las simpatías del tabasqueño y del sector más radical de MORENA, lo cual parecería un nuevo desafío.
Esperemos que, ante una posible llamada de atención, no recule. Lo cierto, radica en que arriesga más de lo que podría ganar, por lo que bien haría, en pensárselo dos veces, ya no está para desfiguros.