ENTRESEMANA
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Y míster Biden le enseñó cómo funcionan los botoncitos de La Bestia.
“(…) Él está muy contento de visitar México. Y pues fue muy agradable todo el recorrido, hasta me estuvo ahí mostrando cómo es ese vehículo especial, él mismo me ponía los botones de lo que hace esa silla, muy muelle. Y estuvimos platicando muy bien”, narró Su Alteza Serenísima respecto de cómo transitó ese raid dominical que el presidente Joe Biden le dio en su camionetota súper blindada del AIFA, por los rumbos de Tecamac a Polanco.
¿Y qué del centenar de lesionados y la chica fallecida un día antes en el accidente del Metro?
Nada, nada, horas después del choque por alcance, el humanísimo y bondadoso licenciado presidente lamentó el accidente y envió sus condolencias y solidaridad. Segurito y acarició su “detente”
Además, para que no se sintieran desprotegidos y desprotegidas, les manifestó aliento porque, dijo, “desde el principio están atendiendo el percance los servidores públicos de la Ciudad de México, quienes cuentan con todo nuestro apoyo”.
¿Y?
¿Qué querían? ¿Qué se apersonara en la estación Potrero del Metro?
¡Nooo!, eso es politiquería como cuando Ernesto Zedillo acudió a atender personalmente demandas de damnificados en Poza Rica, Veracruz, y en la Sierra Norte de Puebla por las lluvias que inundaron urbanidades y desgajaron cerros y mataron poblanos y desgraciaron el patrimonio de veracruzanos.
Total, que se conformen con las condolencias y la solidaridad presidencial, aunque las palabras no indemnizan ni sanan huesos rotos y lesiones ni curan las heridas del alma.
Pero…
Pues ahí tiene usted que de su ronco pecho que no es bodega salieron palabras de apoyo total, eso sí, ¡faltaba más!, hacia la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Porque la jefa de Gobierno fue pillada en Morelia, Michoacán, en una de esas giras dizque para hablar del –no se ría—éxito del buen gobierno en la Ciudad de México, es decir, cuando ocurrió el accidente en la L3 no estaba al frente de su chamba.
Mire usted, el accidente fue por ahí de las 09:16 de la mañana, pero la doctora Sheinbaum llegó a las doce y media para atender el caso y hasta las tres de la tarde leyó un parte en una conferencia de prensa que no fue porque advirtió a los y las colegas que no respondería preguntas.
¡Y cómo iba a responder de lo que no sabía!
Por eso fue centro de críticas, la mayoría severísimas que la responsabilizan del desmadre que hay en el Metro y en la capital con problemas varios, como la escasez de agua y la delincuencia de libre albedrío en calles de cualquier colonia, donde un mozalbete se siente con autoridad para meter un plomazo al automovilista que se resiste al asalto.
Y, Su Alteza Serenísima, valiéndole un pito la situación de lesionados y la suerte de los deudos de la joven fallecida se sumó a la defensa de doña Claudia Sheinbaum emprendida por gobernadores morenistas y el itamita Mario Delgado, quienes igual pasaron por alto la que pudo ser una tragedia mayor.
¿Será porque sólo hubo lesionados, aunque sean más de cien mas no los 57 referidos oficialmente, y un deceso?
Chingona, trabajadora, leal y etcétera y etcétera.
¿Por qué el licenciado Andrés Manuel I no dejó sus actividades privadas para apersonarse en la estación Potrero del Metro de la Ciudad de México y atender ésa que era prioridad social?
Seguro porque ensayaba cómo conducirse en el papel de anfitrión del presidente Biden y el premier canadiense Justin Trudeau y dejó de lado su responsabilidad de presidente de todos los mexicanos.
¡Bah!
Mejor presumir de su viaje en La Bestia y que el presidente Joe Biden le enseñara cómo funcionan los botoncitos que suben y bajan los vidrios blindados del vehículo y cómo operan otras linduras de éste.
Chínguense los usuarios y usuarias del Metro. Total, seguro son pobres varios de los lesionados y los pobres aguantan y son leales a la 4T –según considera Su Alteza Serenísima–. O, clasemedieros que no le caen nada bien.
¡Ah!, pero qué tal el viajecito del AIFA a Polanco. Como niño que parpadeaba, asombrado, sus ojitos y sonreía complacido porque, amén del raid, míster Baiden llegó en el Air Force One a este aeropuerto que, se quejó el licenciado presidente, ha sido objeto de calumnias de parte de la oposición conservadora.
–You know, míster President—habría dicho Andrés Manuel, aunque asegura no sabe inglés y para titularse presentó examen de italiano. ¡Nella mamma!
El regateo de los dineros, los dineros y la politiquería de Su Alteza Serenísima, acompañan a la tragedia del Sistema de Transporte Colectivo.
Lunes de mañanera.
Y luego de que presumiera de su primer encuentro con el presidente Biden y le diera una repasada a sus críticos por aquello de que fallaron en la apuesta de que el Air Force One no aterrizaría en la Central Avionera Felipe Ángeles, el colega Emir Olivares, reportero de La Jornada le preguntó acerca de lo que, quizá no quería le preguntaran pero…
–Pasando a otro tema, pues la tragedia del Metro, presidente, la tragedia del Metro. ¿Ya le dieron algún reporte de lo que sucedió? ¿Cuál fue la falla? ¿Fue una falla técnica? ¿Fue falta de mantenimiento? Y también, ¿para hacer justicia basta con solamente destituir a un funcionario? ¿Cómo está el Metro en esta situación?—requirió Emir.
Y que se suelta el licenciado presidente y como no queriendo hasta deslizó que pudo haber sido “un acto premeditado”. ¿De quién preguntará usted? Pues de los enemigos de la 4T que, asume el Duce, son capaces de todo.
Peeero, enderezó la politiquería y defendió a la doctora que, como está visto, no cura ni un pulque.
“Y sí, también quiero aprovechar, porque se alborotan los zopilotes, con todo respeto, quiero aprovechar para expresar mi solidaridad, mi apoyo, todo lo que necesite el gobierno de la ciudad y la jefa de gobierno, que es una mujer trabajadora, íntegra, honesta. Entonces, quiero también aprovechar para expresarlo, porque como estamos ya en temporada electoral pues se aprovechan para descalificar, atacar”, sostuvo Su Alteza Serenísima.
¡Ah!, pero canijos críticos, pinche prensa conservadora que se ensaña con la indefensa aspirante a sucederle en Palacio, su Palacio. Y acusó a mansalva:
“Y también lo mismo, estamos hablando de una joven fallecida, de heridos, es dolor humano. Por eso lo de los zopilotes. Es fuerte, pero es que no se puede traficar con el dolor humano, esa es una enajenación, eso es no tener escrúpulos morales de ninguna índole”, dijo Andrés Manuel I
Quizá por eso doña Claudia sostuvo que “más que problemas ha tenido una campaña en contra”.
¡Recórcholis, Kalimán!
¿Quién lucra, quién zopilotea? ¿Y dónde su apoyo a los lesionados por el choque del Metro? ¿Igual que como ocurrió con la tragedia de la L12?
¡Por supuesto!, la idea es dejar que se enfríe el caso y, por lo pronto, la prioridad es la Cumbre de los líderes de América del Norte. Lo demás puede esperar.
¿Y los soldados muertos en cumplimiento de su deber en Sinaloa y San Luis Potosí y…?
Bueno, bueno, ese es un tema que tomó otra vertiente en su discurso.
“Nosotros lamentamos la pérdida de la vida de cualquier ser humano”, en serio, lo dijo, no se ría.
Y sostuvo:
“Nos dolió mucho el que, en cumplimiento de su deber, 10 elementos del Ejército, una mujer de la Guardia Nacional, compañera, hayan fallecido. Ya se ha hablado con sus familiares, se les está apoyando en todo y hay mucho amor, mucho cariño, mucha solidaridad”.
Y, mire usted, cómo se le iba a olvidar que sicarios y criminales deben ser tratados con delicadeza porque, acotó, “y también, aunque se trate de personas que tomaron el camino de las conductas antisociales, también nos duelen el que pierdan la vida y lo sentimos mucho por sus familiares. Nosotros estamos por la defensa de la vida, queremos vivir en paz.
Por eso, por eso, el licenciado presidente sostiene que sus adversarios “no conocen los sentimientos del pueblo. Y sucede no sólo en los dirigentes opositores, que por lo general todos son o fifís o aspirantes a fifís o nunca se han vinculado con la gente del pueblo, no sólo eso, los intelectuales, ya sabemos cómo actúan, periodistas”.
¡Recáspita, Batman!
Adivine usted cuál será el final del sabadazo en el Metro chilango y quién saldrá airoso del encuentro trilateral México-EU-Canadá. ¡Exacto!
¡Ah!, de acuerdo con la versión de Su Alteza Serenísima, respecto del AIFA el presidente Biden casi le dijo: ¡qué aeropuerto tan chingón! Digo.
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