Después de los 3 debates entre le presidente Barack Obama y el aspirante a la Casa Blanca el republicano Mitt Romney, la decisión de los Hispanos es clara.
Su voto favorecerá al actual mandatario.
Consideran al presidente como un hombre congruente, su discurso y acciones van de la mano, centrado en el bienestar de toda la sociedad, su visión del futuro y proyecto de nación da respuesta a las necesidades de hoy, a los reclamos de ayer, a la esperanza de un porvenir promisorio, con oportunidades de empleo, incluyente, en concordia con la comunidad internacional, preocupado por el desarrollo social con programas y propuestas claras, especificas, sin generalizaciones o ambigüedades al estilo Mitt Romney.
La agenda del presidente beneficia mas, a la clase media y a los otros sectores de la sociedad, que la del candidato republicano que pretende mantener y fomentar el neoliberalismo a todo costa, convencido, que la cúpula de la oligarquía y las corporaciones multinacionales derramarán riqueza, crearán fuentes de trabajo en una economía de servicios, en donde las manufacturas prefieren la emigración a paraísos laborales como China o la India.
El modelo económico en el que insiste Romney es el motivo de la crisis del 2008, del desaseo financiero en Wall Street, del costo de las guerras, si cabe duda, solamente la guerra o la presencia de las fuerzas armadas en ese país le cuesta al contribuyente 2 billones semanales. El sistema de salud que pretende, beneficia a los prestadores de servicios médicos y a los laboratorios, no a la sociedad.
“Los gobiernos no producen empresas ni utilidades,” mencionó fehaciente ayer durante le debate. Sr. Romney, tiene razón, por fin una frase congruente, pero, los gobiernos si encausan el fomento empresarial bajo políticas a favor de las mayorías no de las minorías, no únicamente al 1%, como ambiciona proteger.
Tan claro es que le dio el presidente mas oportunidades de empleo a los Hispanos, redujo el índice del 11% a el 10% parece menor, sin embargo, el decremento es la vocación presidencial a instruir a la comunidad, a ofrecerles herramientas para mejorar el bienestar, lo mismo la acción ejecutiva a favor de los estudiantes, la siempre voluntad de hacer efectivo el Dream Act, el mejor que nadie por su origen y como senador de Illinois conoce el reclamo de los paisanos.
La pretensión armamentista de Romney, no cabe en el mundo de hoy. Obama comprobó que la confrontación es mas compleja, ocupa mas inteligencia y tecnología que soldados en el campo de batalla.
Exige más diplomacia y la aplicación de sanciones económicas, disuasión y concordia, y no, significa muestra de debilidad, sino estrategia a corto, mediano y largo plazo, que da oportunidad a los países de elegir su propio rumbo sin necesidad de ningún ismo y menos dictadores, doctrinas o religiones extremas.
La gran asignatura pendiente y, que de reelegirse el presidente Obama es la Reforma a la Ley de Inmigración. La esperanza para que suceda, además, de la voluntad del presidente, es que en los comicios del 6 de noviembre cambie también la “topografía” del congreso.
Las elecciones incluyen a la totalidad de los representantes, y a un tercio de los senadores.
Con mayoría demócrata el paisaje inmigratorio podría, por fin, encontrar eco a su reclamo, conviniendo a aquéllos inmigrantes cuya estatus no incluye documentos de permanencia legal, pero que sí participan en el desarrollo socioeconómico del país.