Desde Nueva York

Los 3 principales temas que impactaron la gestión del presidente Barack Obama en el 2014.

El año que está por terminar fue, para la Casa Blanca, un periodo aciago, que lo caracterizo la abrupta caída de popularidad del ejecutivo a niveles solamente vistos en la administración de George W. Bush, menos del 42% de aceptación.

Motivos para que esto sucedería existen, aunque los más significativos fueron; la percepción de la sociedad en cuanto a política exterior. Pálida, lenta la reacción, la actuación en Siria controvertible y, sobretodo, ante el EI, el estado islámico medidas cuestionables, a pesar, de presenciar los brutales degollamientos por video subidos a las redes sociales. El deber ser, en la determinación del estadista deja mucho a desear.

La anexión de Crimea a Rusia “contra la voluntad de la mayoría de sus pobladores”, es otra de las recriminaciones al inquilino de Avenida Pensilvania 1600, en Washington, D.C. , pero la que más le duele al pueblo estadounidense, es padecer de esa rara sensación al perder peso específico en la geopolítica global. Es doloroso para cualquier hijo del Tío Sam, acostumbrado siempre a ganar en cualquier arena.

Los temas anteriores, aunados a los domésticos, en particular la reforma migratoria, el techo fiscal, más la incomunicación entre la Casa Blanca y la cámara de representantes marcó el fatídico divorcio entre el electorado y el partido demócrata al que pertenece Obama.

Los resultados no pudieron ser peores para los del partido azul, el del asno como “mascota”. El golpe fue brutal, los republicanos ganaron ambas cámaras en el congreso, lo que opacara aún más la gestión del presidente y, marcara la ruta del discurso para los próximos comicios presidenciales del 2016.

Esta delicada circunstancia le obligó a firmar, en noviembre pasado, la orden ejecutiva a favor de 5 millones de migrantes sin papeles. La medida es tibia, no destraba de fondo del problema para 11 millones de sin papeles. Es una medida temporal, si bien, les otorga permiso para trabajar legalmente, no represente por ningún motivo, el camino a la ciudadanía. La medida es a todas luces electorera, que por otra parte también levantó indignación en la cámara de representantes de mayoría republicana, y la de los senadores tampoco lo vio con buenos ojos. En vez de negociar, Obama se fue por la libre, en un acto populachero. Previendo el voto hispano para las presidenciales.

El tercero y último tema que marcó la agenda del presidente, fue la sorpresiva reanudación de relaciones diplomáticas con Cuba. Al igual que la migratoria, es apenas, una avanzada para restablecer lazos comerciales de verdad. Sí ha sido acogida con beneplácito por minorías, en especial en la Florida y en menor dimensión en Nueva York.

El destino del acercamiento, nuevamente demagógico para “incrementar el capital político del presidente Obama” de cara a los comicios del 2016, sin descontar la medida como herencia histórica por su paso en la Casa Blanca. Si no, apreciable lector, juzgue por sí mismo, el triunfalismo mediático de la reanudación de las 2 naciones.

Estos son las medidas acordadas el 17 de diciembre pasado: 1. Reanudar relaciones diplomáticas con respecto a temas de inmigración, protección ambiental, la lucha contra el narcotráfico, entre otros. 2. Modificar reglamentos para mejorar las políticas de viajes y remesas, fomentar el intercambio de información entre los estadounidenses y cubanos, y más. 3. Facilitar los viajes a Cuba para los estadounidenses. 4. Se concederán licencias para viajes a la isla dentro de 12 categorías actuales como visitas a familiares, proyectos humanitarios, periodismo, exportación/importación, reuniones profesionales, etc. 5. Autorizar más ventas y exportaciones a Cuba. Esta ampliación podría impulsar las actividades comerciales de un sector privado nuevo en Cuba, permitiendo que los cubanos tengan acceso a ciertos productos más baratos que pueden mejorar su calidad de vida. 6. Autorizar el ingreso de productos de Cuba a ciudadanos estadounidenses. Los estadounidenses con licencia para viajar a Cuba podrán ingresar productos cubanos hasta un valor de $400 dólares, de los cuales no más de un total de $100 podrán ser tabaco y alcohol. 7. Iniciar nuevos esfuerzos para que los cubanos se puedan comunicar, permitiendo que los proveedores de telecomunicaciones establezcan la infraestructura necesaria para ofrecer servicios comerciales y por Internet.

Antes de terminar, apreciable lector, mis mejores deseos: ¡Felices Fiestas! Amor, Salud, Fortuna y Serenidad en el 2015