Los Chavistas solo miran Moros con Trinchetes.
Contrario a lo que dice el equipo de Hugo Chávez Frías, presidente de Venezuela, la prensa y medios “imperialistas” han manejado la enfermedad del comandante y su ausencia del país, como una nota de poca monta. Pérdida, por ahí, en la cuarta o quinta página de los principales diarios de los Estados Unidos, a manera informativa, que por obligación se debe cubrir.
En Latino America, en especial en Argentina supuesta seguidora del Bolivariano, es de donde han salido las notas más críticas al respecto de su ausencia y, de las disputas internas para controlar al gobierno venezolano.
En España se han escrito sesudos análisis sobre el porvenir de Venezuela sin Chávez, revelando los posibles escenarios y, nada más.
Por eso, no sorprende la cantaleta en contra del imperialismo. Es la manera mediática de los chavistas en el poder, para azuzar a la sociedad, creando un Tío Sam inexistente, de otra manera, cómo explicar la venta de cuatro millones de barriles de petróleo al Coloso del Norte, situando a Venezuela, como uno de los cinco principales proveedores del hidrocarburo. El discurso contradice a los hechos.
Lo que sí sorprende es que el New York Times, haya dedicado un sugestivo artículo, en el ejemplar del 10 de enero, en alusión a la ceremonia de toma de posesión en ausencia de Chávez.
Sorprende todavía más que la Suprema Corte de Justicia, le extendiera al presidente Chávez un permiso indefinido para regresar al país para juramentarlo para el periodo presidencial que legalmente termina hoy, 10 de enero del 2013, y da inicio al nuevo.
No es comprensible un gobierno en el cual el vencedor de las elecciones populares no tome posesión de su mandato. Y para colmo, los “seudo gobernantes interinos” convoquen a una manifestación para apoyar tal aberración.
A la oposición chavista le sobran argumentos para repudiar ésta situación. Lo que sucede en Caracas, nada que ver con el imperialismo, tampoco a oscuros intereses internacionales, los Moros con Trinchetes son una mera invención de quienes se aferran al chavismo. El clamor de la oposición es, mera y justa, indignidad.
Hacer de la Carta Magna de Venezuela un texto elástico, acomodaticio, deja mucho que decir de la Suprema Corte de Justicia, de la Asamblea Nacional y, ni comentar de la lucha para suceder a Chávez, entre Nicolás Maduro vicepresidente y, el “milico disfrazado de legislador”, Diosdado Cabello.
Ojalá, dentro de 30 días, se convoque a elecciones, como lo marca la Constitución. Entonces el pueblo venezolano elegirá, libremente, a quien conduzca el porvenir de su gran país.
Las Fuerzas Armadas sin chistar. Como el chinito; “Solo milando”.