Barack Obama, Premio Nobel de La Paz, envuelto en una Guerra que la historia le endosa. Galardonado, en Estocolmo en Octubre 09 del 2009, por su extraordinario esfuerzo por fortalecer la diplomacia internacional, la cooperación entre los pueblos, la promoción a la no proliferación de las armas nucleares y, el fomento a la concordancia con el mundo musulmán.
En todas las ocasiones se desvinculó de las guerras en Afganistán e Irak, Pakistán ni por soslayo lo miraba, esas no eran sus confrontaciones, las heredó, la mejor iniciativa era dejarlas atrás y regresar a las tropas a casa.
Que cada país se defienda por si mismo, comenta al círculo de colaboradores cercanos. Apoyadlos con equipo, armamento, logística, inteligencia y asesores de los que aprendan a bastarse a si mismos con nuestros insumos.
Como Premio Nobel de la Paz no cabía ser guerrero al estilo su predecesor George W. Bush, su mandato era de luz, tocado por el dialogo, el entendimiento con las naciones y para beneficio de los gobernados.
Nada más barroco y lejano a la realidad. Cuando se es líder del país más poderoso del mundo, se es amado y odiado por propios y extraños, en casa, el paisaje social ofrece un horizonte claroscuro dominado por la polarización del radicalismo a ultranza, a la tolerancia timorata, sin fundamento y bandera a defender.
Barack Obama, en apariencia consiguió el consenso del líder de la cámara de representantes, el republicano por Ohio John A. Boehner y la mayoría de sus representados. McCain y Graham los senadores, también, apoyan la iniciativa del ataque armando a Siria. En pocas palabras el terreno en casa ya esta abonado.
En el exterior, el presidente inicia hoy “un viaje a Suecia y a la cumbre del G20 en Rusia en medio de su ofensiva para lograr el apoyo de aliados internacionales y del Congreso a su decisión de lanzar un ataque “limitado” contra Siria en represalia por el supuesto uso de armas químicas”.
La OTAN limita el apoyo, la ONU, dice que no pero que mejor si, en fin los aliados de los Estados Unidos parcos, dejando que, el “policía del mundo”, determine el rumbo para entonces apoyar o no.
El cuestionamiento más trascendental del conflicto con Siria, es: Si Obama puede intervenir militarmente en Siria sin autorización del Congreso, con solo hacer uso de los poderes que le confieren la Constitución en su calidad del Comandante en Jefe de las fuerzas militares, ¿Por qué pidió autorización al Congreso? ¿De dónde proviene tanta cautela?
¿Acaso Obama esta usando el conflicto para unir a los estadounidenses bajo su ala providencial? Le aseguro que ese fue el trasfondo para obtener el beneplácito del Congreso.