* Actualmente preso en el Penal de Pachuca donde purga una sentencia de más de 20 años por asuntos de probada corrupción, junto con su hijo, Pablo Pérez Velasco, quien fuera el Subsecretario de Finanzas y Administración de la SEPH y hombre de todas las confianzas de Olvera Ruiz, hace pública una carta dirigida al ex mandatario con copia a la Titular de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción exhibiéndolo como un hombre desleal que amparado en la impunidad, debe ser investigado para responder por un multimillonario robo a las arcas públicas de Hidalgo
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
En la cuartilla que ya circula profusamente por todo el Estado, el ex Subsecretario de Finanzas y Administración de la SEPH, durante el gobierno de Francisco Olvera, Pablo Pérez Martínez, revive una vieja complicidad que al paso de los años, termina ventilando de manera pública un pleito de bandidos cuyo trasfondo es una insultante corrupción de miles de millones de pesos que no debe quedar en la impunidad, porque si bien el ejecutor de la misma se encuentra preso en el Penal de Pachuca, el autor intelectual y principal beneficiario sigue libre y despreocupado, buscando un segundo aire político con la más absoluta impunidad en la llamada “Agrupación Ciudadana Puntos de Encuentro”.
En una carta dirigida a Francisco Olvera Ruiz, con copia para la titular especializada en delitos de corrupción, Alicia Medina Castelazo, Pérez Martínez termina exhibiendo la baja catadura del ex gobernador, sobre todo por su deslealtad como amigo y cómplice hacia quienes le facilitaron la sustracción por años de cientos de millones de pesos de dependencias como la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), pero también de otras Secretarías más que al decir del hoy sentenciado a más de 20 años de prisión, Pablo Pérez, fueron literalmente saqueadas por el ex mandatario.
En 2018, el hoy procesado allegó información a un medio capitalino donde detalló el modus operandi de Francisco Olvera desde su cargo como Director Jurídico en el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong, para después proseguir con el sangrado de recursos siendo alcalde de Pachuca y más tarde gobernador electo.
La cifra calculada por el hoy distinguido huésped de la crujía de sentenciados en el Cereso pachuqueño, sobre lo robado por Olvera Ruiz al erario estatal durante su gestión, lo estimó en unos 2 mil 700 millones de pesos, siendo enviados gran parte de esos recursos a bancos suizos, o invertidos en gasolineras e infinidad de desarrollo inmobiliarios.
Dolido por la traición del político al que sirvió de tapadera, Pablo Pérez Martínez, expone a las autoridades actuales el hilo conductor del sentido común, al comentar que Olvera Ruiz, difícilmente podrá demostrar su actual patrimonio con sus ingresos acumulados por años como servidor público. Un asunto del que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) puede tener mucha tela de donde cortar.
La misiva tiene el claro objetivo de revivir un escandaloso asunto de corrupción para el que fue necesario utilizar, literalmente, el uso de unidades de valores por los ríos de dinero en efectivo que fueron entregados a Olvera Ruiz hasta en su propio domicilio y del que, a decir de Pérez Martínez, hay suficientes pruebas y elementos para iniciar una batida contra el ex gobernador que ahora busca seguir agarrado de la tablita salvadora de la impunidad, haciendo alianzas políticas con Carolina Viggiano, Secretaria General Nacional del CEN del (agónico) PRI, y la recién defeccionada senadora de ese partido, Nuvia Mayorga, quien de acuerdo a lo denunciado a los medios por Pablo Pérez, siempre estuvo al tanto de las raterías de Paco Olvera.
En su carta, Pérez Martínez mezcla una alquimia letal para el ex amigo que lo engañó y utilizó para enriquecerse sin mancharse las manos, lanzando un mensaje subliminal a las autoridades al expresar entre líneas. “Aquí estoy por si necesitan un informante confiable y testigo contra el sinvergüenza de Olvera”.
La desmedida corrupción que en el gobierno de Olvera Ruiz fue de tal magnitud que hasta Pablo Pérez Velazco, hijo de Pablo Pérez, también se sirvió con la cuchara grande en la Secretaria de Salud; ambos, padre e hijo, comparten alojamiento “cinco estrellas” en el Penal de Pachuca.
El dardo emponzoñado lanzado por ex el operador de las triquiñuelas financieras, impactará con toda seguridad en el “renacimiento” político de Olvera, echando abajo sus pretensiones de aspirar a cualquier cargo de elección, porque lo primero que deberá hacer si es que desea volver a la palestra, es comenzar por responder a las acusaciones de Pérez Martínez y explicar públicamente a cuánto asciende su patrimonio y, sobre todo, hablar sobre las presuntas cuentas en Suiza, alimentadas por la sustracción sistemática de recursos públicos.
Pablo Pérez, ni quién lo dude, busca cobrárselas a Olvera, promoviéndolo como candidato pero no a una diputación o senaduría, sino como firme aspirante al Penal de Pachuca, donde sus ex colaboradores y cómplices lo esperan con todo un comité de recepción y los brazos abiertos.