Mauricio Carrera
La lluvia crece. En mi pequeña galaxia llueve. Hay una madeja de gotas como murmullo chismoso de afectos extraños, como una vida ajena y pesimista, como una rutina húmeda que termina por quitarle alegría a la alberca o a la navegación de altura. Intento encontrarle belleza, sentirme vivo por toparme con el bofetón de la llovizna o el aguacero en la cara. Sí, hay belleza. También frío y ropa empapada.