En opinión de la abogacía independiente de la República la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a modo de la Cuarta Transformación de la República, no es para seleccionar a buenos impartidores de justicia, sino para llevar al Poder Judicial Federal togas que representen la voluntad del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Ello trastocaría la misión constitucional que tenían encomendadas las investiduras dedicadas a proveer e impartir justicia a México. Nuestros jueces no deben, ni pueden afectar a la justicia representando esa manera de pensar y gobernar.
La dignidad de una toga de impartición de justicia, al emitir sus determinaciones jamás debe expresar la voluntad política de absolutamente nadie, ni aún la de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, como primera Magistrada de la Nación.
Es muy sabido en Derecho que en los puestos de índole político, que son los que se confieren por elección, la lealtad al partido que proponga y decida (aún por suerte) debe de ser una virtud. En opinión de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, ese sufragio sólo es un vicio degradante para la justicia y para la República.
Aquellos jueces, magistrados o ministros que a futuro ocupen ese sitial no serán diferentes en origen y manera de pensar de los adeptos del Movimiento de Regeneración Nacional y/o de la Cuarta Transformación de la Nación.
Lo conceptos de la abogacía independiente de la Nación relacionados al tema en comento, son conclusivos de una crisis en el entorno de impartición de justicia. Nuestra manera de ponderar nos lleva a efectuar una gran contradicción con el pensar del Poder Ejecutivo Federal, pues mientras nuestra Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos efectúa una defensa acervada para dicha forma de designación, nosotros la criticamos en toda la extensión de la palabra, reprochando además a todos aquellos que por falta de energía y virilidad solo la critican parcial y débilmente.
México debe de reprobar y desechar de manera firme, enérgica y terminante esa forma de seleccionar a nuestras togas de impartición de justicia.
Desgraciadamente esa reforma resultará un desastre para el Poder Judicial Federal y para una recta impartición de justicia, por resultar la misma muy favorable al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo.
Hoy la justicia está abatida y desalentada, lamentablemente se ha manchado con la intromisión de la política. México no espera nada de los futuros jueces, magistrados y ministros. Hoy es el día que la victoria de la ignorancia y la injusta decisión política de Andrés Manuel López Obrador y su llamada Cuarta Transformación de la Nación ha afectado a la justicia, a la Separación de Poderes y al Poder Judicial Federal.
Que nuestra Diosa Themis agarre confesado a México.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..