El sistema penal en México empieza a mostrar varias aristas que no ayudan a la recomposición social y que aunque en algunos casos se muestra como muy novedoso, no logra restituir el daño a las víctimas.
Ayer corrió como pólvora la información respecto a la confesión de culpabilidad del sacerdote Manuel Ramírez García de 70 años, en razón de haber realizado “tocamiento” a varios menores de entre 9 y 11 años de edad mientras se confesaban.
El sacerdote en cuestión fue acusado por dos menores en noviembre del año pasado en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, pues las víctimas fueron identificadas como niños que cursaban el quinto año de primaria en el colegio católico “Sagrado Corazón de Jesús”, ubicado en el centro de San Pedro.
Una vez realizada la confesión, se vislumbra que el infractor pueda no pisar la cárcel, ya sea por su edad o por las nuevas reglas del sistema acusatorio penal ya que el sacerdote aceptó haber tocado a los menores y presentado disculpas a los mismos y a sus familiares.
Pero el señor está diagnosticado tras las pruebas psicológicas como una persona con trastorno sexual pedofílico y con diversas fallas mentales que lo marcan como de alta peligrosidad.
No creo que quienes se atrevieron a denunciarlo –sobre todo las familias de los pequeños–, se encentren conformes con la presentación de disculpas, ni siquiera creo que tampoco a ellos de forma directa les beneficiaría el que el sacerdote católico pisara la cárcel. Aquí habría que determinar y calcular también en pesos, lo que costará una terapia psicológica para los chicos afectados, que no debe ser ni breve, ni soslayada.
Pero el mensaje para la sociedad respecto a los derechos y beneficios de los delincuentes es también harto preocupante.
Ahora resulta que los criminales hacen de las suyas y con un simple “usted disculpe” saltan su mugre, dejando enlodados a inocentes sin mayor resarcimiento del daño.
Así andamos en materia de defensa a víctimas y derechos a la niñez. Y luego nos preguntamos por qué la disfunción global de la sociedad.
Acta Divina… De acuerdo con el nuevo procedimiento de oralidad penal del estado de Nuevo León, el sacerdote Manuel Ramírez podría quedar en libertad al aceptar su responsabilidad de tocamientos sexuales a menores mientras se confesaban.
Para advertir… Sí se puede.
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