Dos cosmonautas rusos y un astronauta estadounidense se acoplaron a la Estación Espacial Internacional el viernes después de despegar en medio de tensiones entre Moscú y Washington por Ucrania.
El viernes temprano, los cosmonautas de Roscosmos Oleg Kononenko y Nikolai Chub y el astronauta de la NASA Loral O’Hara despegaron del cosmódromo de Baikonur en Kazajstán a bordo de la nave espacial Soyuz MS-24.
La tripulación atracó en la ISS tres horas después, dijo la agencia espacial rusa.
En la estación orbital, el trío se unirá a tres rusos, dos estadounidenses, un astronauta japonés y un representante de la Agencia Espacial Europea.
El despegue tuvo lugar después de que la primera misión lunar de Rusia en casi 50 años fracasara el mes pasado.
La EEI es un lugar poco común para la cooperación entre Estados Unidos y Rusia, cuyos vínculos se rompieron después de que Moscú desató su ofensiva en Ucrania el año pasado.
Kononenko aludió a las tensiones durante una conferencia de prensa previa al vuelo el jueves y afirmó que «a diferencia de lo que ocurre en la Tierra», los cosmonautas y los astronautas se cuidan unos a otros en el espacio.
«Allí nos escuchamos, nos entendemos y somos muy sensibles a nuestras relaciones. Siempre nos cuidamos unos a otros», afirmó.
‘Legado de la ISS’
O’Hara elogió el «legado» de la estación y dijo que había estado uniendo a los países.
«Estoy emocionada de subir a bordo y ver a los compañeros de tripulación que nos esperan», añadió.
Kononenko, de 59 años, y Chub, de 39, debían pasar un año en la ISS, mientras que O’Hara, de 40 años, pasaría seis meses a bordo: era la primera misión al espacio tanto para O’Hara como para Chub.
Chub afirmó que viajar al espacio era su «sueño de infancia» y que había dedicado «toda su vida» a alcanzar ese objetivo.
Los tres reemplazan a los rusos Dmitry Petelin y Sergey Prokopyev, así como al astronauta de la NASA Frank Rubio, que pasó un año a bordo de la ISS.
Si bien inicialmente se suponía que ese trío regresaría en marzo, su misión tuvo que extenderse después de que su nave, la Soyuz MS-22, sufriera una fuga de refrigerante luego del daño causado por un presunto meteorito diminuto.
Ahora regresarán a la Tierra en la MS-23, según Roscosmos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, busca fortalecer la cooperación espacial con China a medida que se intensifican las condenas y sanciones occidentales por la ofensiva de Moscú en Ucrania.
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