PERFIL DE MÉXICO
Armando Ríos Ruiz
¿Hasta cuándo podrá sostener el Presidente de México, quizá uno de sus buenos deseos, pero convertido en una mentira más frente al gobierno de Estados Unidos, con el programa Sembrando Vida, uno de sus estelares, que pretende extender a países centroamericanos en su afán de convertirse en líder de América Latina y que al decir de estudiosos del mismo, está transformado en una pifia en la que participan funcionarios y campesinos?
Hace poco presentó el programa a una delegación estadounidense encabezada por John Kerry, enviado especial en combate al cambio climático, quien después de conocer en el terreno de los hechos en qué consiste, parece haberse impresionado, al grado de verter alabanzas mediante las cuales reconoció el trabajo de nuestro mandatario para reforestar y proporcionar opciones de empleo a más de 400 mil trabajadores en 20 estados.
Desde hace casi tres años de haber arrancado, se han presentado casi 100 denuncias en contra de funcionarios que operan en el programa, que van desde irregularidades administrativas hasta hacer proselitismo político para el gobierno. Asimismo, se han condicionado sus beneficios a los campesinos. No todos se atreven a denunciar. Los que se han atrevido han sido amonestados o les han cancelado sus privilegios. A los funcionarios se les puede expulsar sin un proceso de investigación o sin que se aclaren las razones de su baja.
De acuerdo con una investigación, de enero de 2019 a agosto del presente año han sido expulsados más de 51 mil campesinos del programa por diversas irregularidades, algunos sin derecho a defenderse. Este opera sin informar a los “sembradores de vida”, del estado de una bolsa superior a los 4,200 millones de pesos constituida con el ahorro de los beneficiarios. De cinco mil pesos que se entregan como apoyo mensual a los sembradores, se retienen 500 pesos.
Doscientos cincuenta pesos van a una cuenta de inversión que debería traducirse en ayuda para que los sembradores ahorren durante tres años, como ayuda familiar. Otros 250 pesos van al Fondo de Bienestar administrado por un fideicomiso privado, para ayudar a la consolidación de proyectos productivos a mediano y largo plazos.
El subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Secretaría del Bienestar, Hugo Raúl Paulín Hernández, dijo que el Fondo jamás se constituyó, pese a que se ha mencionad en los lineamientos y en las reglas del programa. La investigación revela que además, no se informa a los campesinos sobre la ubicación, manejo financiero, saldos e intereses que generan sus ahorros. Por si fuera poco, no cuentan con un documento firmado que les garantice la propiedad de ese dinero.
Lo anterior quiere decir que en cualquier momento, de quererlo así el mandatario, que siempre exonera a los corruptos que pertenecen a su gremio morenista, alguien se hará merecedor de la cárcel. Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, indica que el gobierno podría caer en responsabilidad administrativa por no respetar su forma de operar, e inclusive penales.
Lo anterior es una parte mínima de las pifias ofrecidas hasta hoy, de lo que es el programa a casi tres años de haber sido puesto en marcha. Otra muy importante también, es la que se refiere a los campesinos que se dedican a limpiar sus parcelas para la siembra, que de hecho han encontrado una manera de percibir rentas de las mismas, sin que participen en el proyecto.
En México, ha sido recurrente entre la clase política, acondicionar la vista o el paisaje que ofrecen los recorridos de los mandatarios, para que todo se vea seductor. Muchos suponen que en esta ocasión, también se acondicionaron los espacios visitados por la delegación del país vecino, para hacerlos atractivos a simple vista. O se seleccionó uno muy agradable. Pero ¿cuánto durará el efecto?
ariosruiz@gmail.com
https://latitudmegalopolis.com/