SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
Como consecuencia de la visita a Palacio Nacional que hiciera la esposa del ex presidente de Perú, Pedro Castillo, y de las fuertes declaraciones realizadas por el presidente López Obrador cuestionando el origen democrático y constitucional de la actual presidenta de la República de Perú, Dina Boluarte, calificándola como presidenta espuria, las reacciones de la mandataria no se hicieron esperar y retiró al embajador peruano en México, reduciendo las relaciones diplomáticas al nombramiento de simples encargados de negocios.
Las relaciones entre ambos países se remontan a 200 años atrás, toda vez que en el año 1823 se establecieron estas relaciones en todos los aspectos: comercial, político, cultural y migratorio.
Las dos naciones pertenecen a las mismas organizaciones internacionales y participan activamente en: la Alianza del Pacífico, Asociación Latinoamericana de Integración, la Comunidad de Estados Americanos y Caribeños, la ONU y la OEA.
MOVIMIENTO COMERCIAL
En el aspecto comercial han mantenido un constante movimiento de productos, por lo que en abril de 2011 firmaron un acuerdo de integración comercial que entró en vigor en febrero de 2012, por lo que se ha generado un flujo de divisas por 1.9 mil millones de dólares.
Las principales exportaciones que hace México hacia Perú son: televisores de pantalla plana, tractores para semirremolques, champús, barras corrugadas, minerales de plata, electrónica y automóviles. De Perú hacia México: gas natural, minerales de cobre y plomo, tomate, calamares, chiles, dulces o pimientos, mesas, tablones y vigas.
Al paso del tiempo Perú se ha convertido en el socio comercial número 26 de México y por su parte México es el segundo mayor inversor extranjero en Perú con más de 14 mil millones de dólares invertidos en ese país sudamericano. Las principales empresas mexicanas multinacionales que operan en Perú son: América Móvil, Grupo Bimbo, Grupo México, Grupo Salinas, Mexichem y Sigma Alimentos. Sin embargo, la única empresa peruana que opera en México es Kola Real.
LA TENSIÓN DE LAS RELACIONES
El gobierno mexicano le concedió asilo político a la ex primera dama peruana, Lilia Paredes y a sus hijos, ofreciéndole todo tipo de facilidades y apoyos, además de tender los brazos al expresidente Castillo quien merece ser liberado.
La reacción de la actual presidenta de Perú fue inmediata y tal parece que no piensa dar marcha atrás, como tampoco lo piensa hacer el presidente de México, que ha sido firme en su postura de continuar apoyando al ex presidente Castillo, pero sobre todo en seguir cuestionando el nombramiento de la presidenta Dina Boluarte,
La incomodidad causada por las declaraciones del presidente de la República, han tensado la relación bilateral en el aspecto diplomático, toda vez que la presidenta peruana considera que esto es una injerencia en la política de Perú, sobre todo porque ha declarado su apoyo decidido al fallido golpe de estado del expresidente Castillo.
La gota que derramó el vaso fue que el presidente de México la haya calificado de presidenta espuria y represora, acusándola de provocar más de 60 asesinatos, y con un nivel de aceptación de nada más el 15 por ciento.
El gobierno de México tendría que pensar mejor las cosas, toda vez que desde el punto de vista de la presidenta peruana, se está violando el principio de no intervención, mostrando una injerencia en los asuntos internos que solamente competen a los peruanos, poniendo en riesgo de que se rompan los lazos de amistad y cooperación de más de 200 años entre los dos países latinoamericanos.