Sin temor a equivocarme, pienso que uno de los enemigos más letales del titular del Ejecutivo Federal es el palero de cabecera presidencial que le dice ” sí ” a cuanta ocurrencia pergeña en su cabecita loca. El mensaje de Año Nuevo reveló al emboscado.
De una manera sorpresiva e inopinada, el mexiquense decidió “tomar el toro por los cuernos” y plantar cara al monstruo de las mil cabezas a través de la emisión, en rigurosa cadena nacional, de un mensaje del que todavía no se sabe el destinatario.
Con una prisa inexplicable, leyendo, but of course, el teleprompter a galope tendido para no exceder los cinco minutos, no sea que fuesen a llegar algunos manifestantes de la CETEG y le echaran a perder el numerito, EPN inauguró el 2015 con una aparición mediocre y desangelada.
No creo que el palero en cuestión haya sido el pobre sujeto al que ocupan como vocero de la “casa presidencial”, pues éste es tan insignificante que ha dado pruebas palpables de su falta de luces y escaso mando en la carísima cadena de cuidadores de imagen y publirrelacionistas del poder.
A final de cuentas, el yuppie presidencial –una especie de Ricky Ricón, sólo que ¡a lo bestia!– cree que estuvo “en monstruo” frente a la Nación. Está seguro que despejó todas las dudas sobre su gran poder y que retrató a lo “súper”.
¿Por qué lo dejan seguir mostrándose? ¿Por qué no le cortan sus ansias de novillero? ¿Por qué no dejan que aproveche las oportunidades que todavía tiene para quedarse callado? ¿No hay una alma caritativa que lo convenza de haber llegado ya a la rayita?
¿Es tan grande el desconocimiento del perfil de la opinión pública que no se han dado cuenta de lo que no soporta la gente? ¿Es demasiado para el Guamúchil Party entender que el televidente ya no se traga a un anticlimático mandatario con poses de actor fallido?
¿Es demasiado para un mandatario entender que pide la gente un poco de humildad y agallas para enfrentar los gravísimos problemas que padecemos? ¿Que no se reclama la presencia de un aspirante a figurín de portada del YiQuiú?
Magros Logros de las Reformas
Un ridículo espantoso en términos políticos. Una táctica mediática de finales de los sesenta (que obedece al período de formación de los publicistas del Guamúchil Party) sin el impacto que debe suponer un gasto desmedido en medios. Otra oportunidad desperdiciada.
Un mensaje pobre en lenguaje, en sintaxis y en contenido. Arengas desfasadas y retintines que superan el terrible oso del discurso del Decálogo de aquél jueves negro en Palacio Nacional. Promesas de que se “acercará” más a la tele, digo, a la gente. Ojalá no sea a través de las revistas en papel cuché.
Certeza de que seguirá “gobernando” con los mismos que ya le dieron reportes y fe ciega en el resultado de las “reformas estructurales” que ya produjeron una baja sensible ¡en el pago familiar de las tarifas eléctricas! ¿En qué mundo vive?
Aparte de todo lo que sabemos que existe, hay una falta grave de sindéresis. El juicio se encuentra de vacaciones, cuando hay un desconocimiento total del sentido de la proporción, del de la prudencia, de la moderación y la cordura, como virtudes esenciales del gobernante.
Ni el pelmazo de Vicente Fox hubiera aceptado que le impusieran leer un mensaje de Año Nuevo con la única nota buena –si así quiere calificársele– de haber terminado con el cobro de las largas distancias en las llamadas telefónicas dentro del territorio.
¿Sólo eso? ¿Cuántos marginados “atendidos” por Rosario Robles tienen teléfono en sus chozas?
Dice Peña que esto significará un ahorro para las familias de 20 mil millones de pesos. Pero deja de mencionar las nuevas estrategias de Carlos Slim para seguir exaccionando a los usuarios de móviles, como la consistente en la amenaza diaria de virus, que su compañía promete arreglar a cambio de módicos 30 dólares.
Sin embargo, la decisión de la telefónica de abandonar los pagos por larga distancia, ni es concesión graciosa, ni como dijo EPN en el “mensaje”, producto de la reforma estructural de telecomunicaciones.
Fue una medida rutinaria que, por ejemplo, en la Comunidad Económica Europea tardó en solucionarse treinta minutos, los necesarios para acondicionar el break respectivo, sin tantos golpes y porrazos de tambor pueblerino.
¿Era más difícil hacerlo en México que en todos los países de Europa? No. Era lo mismo. Sólo que aquí debimos empollarlo dos años para que los mexicanos supieran de qué lado masca la iguana y la virgencita bendijera al mexicano-libanés.
El cuento de los virus en los celulares, historia que nadie podrá desentrañar porque se trata de uno de esos misterios propios de bananero, costará al bolsillo de los usuarios algo más que lo triple de lo que se pagaba por largas distancias. Pero así creen que somos.
¿Anticorrupción? ¡Tema Incómodo!
De los otros cinco “ejes” para remediar la economía familiar que trajo el Santa Claus de Los Pinos, desgraciadamente ninguno es cierto, como tampoco comprobable. Igual que las tarifas eléctricas y los nuevos virus de Slim, cada quién las relatará como le vaya en la feria.
Porque, oiga usted, ese ambicioso programa de vivienda que se está anunciando desde que Díaz Ordaz correteaba a La Tigresa en Palacio Nacional no puede ser posible, mientras el “gobierno federal”, el de “la República” (hoy tan mentada), el Infonavit, el Fovisste y los gobiernos estatales nieguen tener reservas territoriales para ejecutarlo.
En relación con los temas de justicia, seguridad, corrupción y transparencia, mejor ni hablar, porque de plano ya da hueva. Para los chamacos de La Pandilla Atracomulca son temas incómodos, improductivos, impropios de su casta y de su causa.
Nada de lo que Queríamos Saber
Una transparente imagen de estrés de yuppie contrariado, reflejó lo difícil de tomar la decisión de meterse a cámaras. Pero ya que lo habían logrado, tenían que aprovechar la oportunidad para hablar de lo que el país –que no vive en el mundo Hola!-Quién-Caras— quiere oír.
Por ejemplo, ¿cuándo se va a deshacer de la bola de zánganos que medran de sus debilidades y flaquezas propias de la condición humana? La gente reclama nueva baraja para afrontar años de hambre y desesperación. El pueblo no está dormido. Está impaciente.
Quiere saber cómo se van a afrontar las calamidades provocadas por los güeros de rancho, el Virrey Videgaray, Ruiz Esparza, Murillo, y tantos otros que están zapando al país. Quiere saber cuándo tendrán la delicadeza de ponerse a trabajar, por ejemplo.
Quiere saber cuándo se reconocerán los errores propios y se castigará ejemplarmente a los responsables de tanta masacre y sevicia pública. Cuándo es el turno del ejército, del PRD, de Aguirre, y de tirios y troyanos.
Quiere saber cómo se le va a hacer para que vuelva a haber circulante monetario, cuando van a parar los encarecimientos brutales de básicos alimenticios y el trasiego de los hambreadores.
Cuándo se va a decidir a poner en paz al país, después de brindar los satisfactores asequibles. Quiere saber lo que piensa alguien como él, que pertenece al tres por ciento de mexicanos que gana 80 mil pesos diarios, cómo le hace para no hacer nada por los demás.
Quiere saber cómo se remediara la displicencia de los empleados públicos que están saqueando en despoblado, a mansalva y sin recato ni piedad y si esto es posible que se acabe, o al menos se atenúe.
Quiere saber para qué, aparte de para robárselos, sirven sus impuestos.
Nada de esto se dijo en el mensaje. Parecía que hablaba el príncipe de Mónaco, en un día de la comida de pastel de acelgas, en las terrazas del monegasco Palacio Magnífico.
A veces parece que le leyeron El Quijote al revés. Que entendió el “ladran, es que cabalgamos Sancho” como si se tratara de un denuesto espetado por el Hidalgo contra los deseos populares y no como un triunfo de la razón.
Parece que todos estamos locos. Empezando por los paleros a sueldo nuestro que lo rodean.
Índice Flamígero: Don Alfredo Álvarez Barrón nos comparte el epigrama de su alter ego, El Poeta del Nopal, sobre el Año de la Abundancia: “Nos piden perseverancia, / con insistencia de loro, / para celebrar, a coro, / el año de la abundancia; / dibujan, a la distancia, / un luminoso destino, / pero el horóscopo chino / finalmente los delata: / es el año de la rata / y el próximo, del cochino.”
www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com / @pacorodriguez