Contra todos los pronósticos y encuestas, Donald Trump remontó al cierre de este martes 8 de noviembre en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Lo que parecía una pesadilla finalmente se volvió realidad, la Norteamérica profunda finalmente develó su hastío contra el sistema, dándole la victoria al candidato menos apto para gobernar el país más poderoso del mundo, Donald Trump.
Pudiera pensarse que el sentido común, el respeto por los derechos humanos y la inclusión multicultural marcaría la diferencia en estas elecciones, sin embargo nos hemos quedado pasmados por no entender de qué están hechos los Estados Unidos de América.
Es paradójico que la misoginia y los prejuicios raciales hayan marcado la pauta en estas elecciones, pensamos que la gran mayoría de los estadounidenses valoraban las normas democráticas y el estado de derecho. Resulta que estábamos equivocados, por medio del voto se han manifestado un gran número de personas – personas blancas, que viven principalmente en áreas rurales – que no comparten en absoluto la idea de una América abierta y multicultural.
Para ellos, se trata de sangre y suelo, sobre el patriarcado tradicional y la jerarquía racial. Y había muchas otras personas que tal vez no compartían esos valores antidemocráticos, pero que sin embargo estaban dispuestos a votar por alguien que llevara el sello republicano.
Ya lo había predicho el cineasta Michael Moore, a pesar de que la mayoría de los indicadores mostraban a Donald Trump muy atrás de su rival demócrata Hillary Clinton. Moore había sostenido que el candidato republicano tiene más apoyo de lo que la gente puede pensar, en gran medida porque las élites estadounidenses están tan aisladas de la gente normal que no se dieron cuenta de lo mucho que se ha perjudicado a la clase media en los últimos años.
Estas elecciones han resultado en un gran mensaje que los estadounidenses olvidados de la mayoría de los estados del centro han enviado a los medios y a las élites políticas. Ha sido una especie de rebelión por parte de la America profunda, blanca y nacionalista, en contra del status quo arraigado en las costas del noreste y oeste de los Estados Unidos.
Ahora el mundo enfrenta un escenario mucho más incierto ¿Estados Unidos es un Estado y una sociedad fracasados? Parece realmente posible. Habrá que tomar distancia de los hechos y tratar de encontrar un camino a seguir, estas elecciones finalmente han terminado y las revelaciones han sido terribles, no nos queda mas que pensar positivamente y creer que lo mejor siempre esta por venir.
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