Yo Campesino / Herencia maldita
• Ganso nos dejará un país destruido y en manos del crimen
*Miguel A. Rocha Valencia*
Más ominoso no puede ser el futuro de México: El actual gobierno no sólo mina instituciones, entramado social, economía, seguridad y justicia, salud y educación, sino que además desató el poder del crimen organizado otorgándole una insultante impunidad y entregó a las fuerzas armadas un botín que difícilmente van a soltar.
Lo sucedido el fin de semana en el Triángulo Dorado, marcó definitivamente de qué lado está el machuchón de Palacio Nacional. Para él valen más las vidas de los criminales, tanto que llama a no estigmatizarlos a pesar de someter regiones enteras del país y llevar más de 120 mil asesinatos, mientras a las instituciones las manda al diablo igual que a críticos, víctimas, enfermos y la economía del país. A expresidentes los denominó “cretinos”.
Fue justo en la comunidad de Bacoragua, a 30 minutos del rancho La Tuna, a donde sólo se accede si lo autoriza un retén de sujetos armados y vestidos de militares sin serlo donde el mesías tropical hizo público su pacto con el crimen organizado.
Ahí en tierras de Joaquín Guzmán Loera, citó a llamar la zona como “triángulo de la Gente Buena y Trabajadora o la Región de la Buena Vecindad” y no más como el Triángulo Dorado como se identifica hoy una de las zonas donde priva la impunidad y es conocida por su alta producción de drogas. Del retén simplemente dijo “no pasa nada” a pesar de ser una flagrante y abierta violación a la Ley.
Con ello Andrés Manuel López Obrador dio por autorizada la violación a una ley que él es el primer obligado en hacer cumplir y en vez de eso se hace cómplice de la transgresión. Porque “aquí hay mucha bondad, mucha gente buena, trabajadora y no hay que estigmatizar”.
Por órdenes presidenciales como se liberó a Ovidio Guzmán López, esa zona es propiedad del crimen organizado, una ínsula dónde ellos mandan y la autoridad constitucional no existe, como tampoco persecución del delito ni menos de delincuentes o actividades ilícitas. Y como le gusta andar por allá, el machuchón ya anunció su regreso para inaugurarles una carretera.
Pero aun así se atrevió a aseverar que no hay territorios dominados por los grupos criminales, cuando a lo largo de toda la costa del Pacífico existen, incluyendo Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Sonora o Baja California, donde sobresalen los cárteles Jalisco Nueva Generación, Familia Michoacana y el de los Guzmán y los remanentes de los Arellano Félix.
Esos privilegios se parecen en mucho a los otorgados a militares quienes no sólo disfrutan con el reparto de dinero público sin licitación, construcción a su manera de obra pública, sino la administración de las mismas, aunque no cumplan en tiempo y forma, como ocurre con el AIFA y las sucursales del Banco del Bienestar y otras de las cuales sacarán para pagarse privilegios como el Tren Maya o el transístmico.
La orden de no combatir a los criminales también les trae beneficios pues prefieren deponer las armas y con ello dejan de proteger territorios, habitantes y sus posesiones. NO están obligados por órdenes presidenciales, a cumplir con su primer deber de proteger a la sociedad ni la integridad territorial del país.
Frente a este desorden que se suma a todo lo demás, los más pobres son quienes sufren, incluyendo la carestía, donde el propio secretario de Hacienda Rogelio Ramírez, reconoció que seguirá al alza y con ella la presión sobre las tasas de interés. Busca por ello con el Consejo Coordinador Empresarial integrar una nueva canasta básica con 24 productos “congelados”, adicionales a los contemplados inicialmente en la estrategia anti-inflación y cuyos resultados no se ven.
Estrategia que como en la de abrazo y no balazos en seguridad, no funcionará, ya que las proyecciones de Hacienda y el Inegi es que tal vez la inflación empiece a ceder hasta 2024, luego de que la política monetaria de Banxico haga lo suyo con el incremento hasta en 10 por ciento de las tasas de interés para encarecer el dinero y restringir el consumo de productos cada vez más escasos y de importación. Por lo pronto la carestía aumenta en décimas y se coloca en 7.58 por ciento, aunque en la calle sea mucho más.
Banamex dice que la carestía seguirá durante varios trimestres más. Con ello se cumple la advertencia de campesinos quienes adelantaron que esto vendría luego del desmembramiento de apoyos a la producción y a la comercialización bajo el falso argumento que también se aplicó en la compra de medicinas de “corrupción”.
Por cierto, en esto de los medicamentos, el reporte oficial es que el desabasto es tal que, en el rubro de recetas no surtidas o atendidas parcialmente, el número aumenta, ya que, si en 2018 fueron tres millones, en 2019 subieron a 7.5 millones, a 18.3 millones en 2020 y a 24 millones en 2021. O sea, que estamos a todo dar según el profeta de la 4T.
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