Por Jesús Solano Lira
Una vez más el presidente Andrés Manuel López Obrador, da muestra de su indolencia hacia quienes sufren y pierden todo en una tragedia, como fue el impacto del huracán Otis en Acapulco, Guerrero. Y la pregunta obligada es ¿no qué primero los pobres”. Lamentable, muy lamentable que hayan dado por terminada la emergencia en Acapulco y Coyuca de Benítez, que sólo fueron declarados en emergencia, cuando inicialmente señalaban 47 y, luego, ¿qué paso?, acaso los otros municipios no eran importantes y aplicó aquella de pasar de la austeridad republicana a la pobreza franciscana. ¡No jodan! El presidente como Gabino Barrera, no entiende razones.
La emergencia sigue en el puerto, sí, ese de “María Bonita”, refugio de actores, políticos y deportistas, paseo obligado de familias y excursiones, o bien de quienes llegaban al amanecer y ver la puesta de sol, para seguir la fiesta, bueno me han contado.
Persiste la emergencia, continúan toneladas de desechos en las calles, hay desabasto de alimentos, agua, medicina y combustibles, así como un riesgo sanitario inminente.
De un plumazo, por decir lo menos, el gobierno Federal determinó, en un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación que “ya no persisten las condiciones de emergencia para continuar con la vigencia de la declaratoria”.
Y vaya para el anecdotario…
El documento, según el DOF, fue emitido oficialmente el pasado 2 de noviembre, y apenas dado a conocer ayer jueves, no sea quisquilloso, sólo se tardaron siete días, igual se les perdió en el limbo, tenían mucha chamba, se acordaron que tenían que darlo a conocer, o estaban más metidos en el debate para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.
Dignidad
Y tocando ese vals, la única diputada de Morena, bueno ex integrante de la bancada guinda, que tuvo los tamaños, arrojo y dignidad para exigir la reasignación de recursos para Guerrero fue la periodista Claudia Selene Ávila Flores.
En una emotiva intervención, molesta e indignada Selena Ávila, de traidores y simuladores no bajo a los diputados de Morena. Y fue más allá al advertir: “qué Guerrero se entere que, desde el Poder Legislativo, Morena traicionó a los que se han quedado sin nada, y fue muy clara al sentenciar que, si le costaba el cargo, se los dejaba, pero “LA DIGNIDAD JAMÁS”.
Y finalmente se cumplió la máxima de que la oposición gano el discurso y perdió la votación. Así, el Presupuesto de Egresos de la Federación quedó aprobado, ya entrada la mañana del jueves, en lo general y en lo particular, con 266 votos a favor de Morena y cómplices, perdón y aliados, 204 en contra y una abstención.
Dicen los mal pensados que, con ese presupuesto, para la administración de Morena comienza “el año de Hidalgo, chingue a su madre el que deje algo”.