En una zona metropolitana con más de 20 millones de habitantes que contiene las flota vehiculares más grandes del país, cada minuto atrapado en el tráfico representa una pérdida colectiva: de tiempo, de salud y de calidad de vida.
Las zonas donde las avenidas primarias se cruzan con vialidades secundarias o semaforizadas tienden a convertirse en cuellos de botella permanentes que afectan el flujo de personas, bienes y servicios.
Ante este tipo de problemáticas, en zonas neurálgicas del Valle de México, se ha apostado por soluciones de infraestructura inteligentes que priorizan el flujo vehicular continuo a través de pasos a desnivel, es decir, estructuras que separan verticalmente las trayectorias de circulación para eliminar interferencias y reducir los tiempos de traslado.
Agilizar la Zona Metropolitana, desafío neurálgico que beneficia a todos
Millones de personas diariamente y en todo momento cruzan el Estado de México a la Ciudad de México, este flujo de un lado a otro sucede principalmente por ser una conexión que agiliza la vida productiva de ambas regiones y existen construcciones que han sido casos de éxito y han aliviado el tráfico vehicular.
Estas obras, aunque en su momento generan molestias temporales, han demostrado ser inversiones sociales y urbanas altamente efectivas, con beneficios tangibles para millones de personas. A continuación, tres ejemplos emblemáticos:
Paso a desnivel en Metepec
Se inauguró recientemente este paso a desnivel en el Paseo del Agricultor, que conecta la carretera Toluca-Tenango con la avenida Benito Juárez. Se espera que este proyecto alivie el tráfico de más de 7,mil 500 automovilistas diarios y mejore el acceso a la zona.
Esta obra también incluyó la apertura de dos calles nuevas (Barrizal y Alfareros) para aliviar el tráfico en la zona comercial de Metepec.
Pasos a desnivel en Nezahualcóyotl / Periférico Oriente
En julio de 2025, se anunció que puentes vehiculares dañados sobre Periférico Oriente serán demolidos para construir nuevos pasos a desnivel. Estos pasos formarán parte del Plan Integral del Oriente y tiene por objetivo resolver el conflicto vial que padecen cientos de transportistas que circulan por esta vía rápida que comunica al oriente con el norte del valle de México.
Proyecto de paso a desnivel en Toluca
Otro ejemplo es lo que propuso el ayuntamiento de Toluca con la construcción de un distribuidor vial / paso a desnivel en la zona de la Central de Abasto, para evitar semáforos y mejorar la movilidad.
Busca resolver la saturación vehicular y las interrupciones constantes debido al paso de un tren de carga, que puede paralizar la movilidad por más de una hora, aunque la iniciativa se encuentra en una etapa de planeación, pretende beneficiar a miles de personas que a diario se ven afectadas por los conflictos viales en la zona de la Central de Abasto.
Lecciones aprendidas: infraestructura que conecta, no divide
Estos proyectos comparten una lógica común: permitir que las avenidas principales mantengan un flujo constante, mientras que los cruces secundarios se realizan por debajo, sin necesidad de interrumpir el tránsito con semáforos o giros conflictivos.
Además, han dejado tres enseñanzas claras:
El tránsito continuo reduce el estrés vial y mejora la productividad urbana.
Separar flujos vehiculares en diferentes niveles disminuyen accidentes y mejora la seguridad.
Cuando se comunican con claridad, estas obras ganan legitimidad social, incluso si al principio generan resistencia.