Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
Si algo catapultó la irrupción de Morena en el escenario político del país y le permitió hacerse del poder barriendo a sus oponentes fue la gigantesca corrupción de los gobiernos que le precedieron, en especial el último del PRI a nivel federal.
En Veracruz ocurrió algo similar. Además del conocido “efecto AMLO” de las elecciones de 2018, Cuitláhuac García Jiménez ganó la gubernatura gracias al hartazgo social provocados por la violencia y la desmedida corrupción del último gobierno estatal priista –el del infame Javier Duarte de Ochoa- y la decepción del bienio panista de Miguel Ángel Yunes Linares, quien centró sus esfuerzos en heredarle la “silla” a su hijo, con los resultados que ya conocemos.
Si bien es cierto que como diputado federal por Xalapa no hizo absolutamente nada por su distrito –igual que los diputados federales que le han seguido en esta demarcación-, Cuitláhuac García al menos no tenía antecedentes sobre malas prácticas. Era solo un profesor universitario de medio pelo y activista político.
Pero muy pronto a García Jiménez le hizo sentido una frase de la picaresca popular que reza “Señor, yo no te pido que me des, ¡solo ponme donde hay!”. Y le agarró gusto a las prácticas de corrupción que, eso sí, la “4t” jura que “ya se acabaron” en México.
Este lunes, un reportaje de la periodista Isabella González publicado por el portal Latinus recogió diversos testimonios de empresarios, así como documentos probatorios, de las extorsiones que comete en contra de los veracruzanos la Procuraduría del Medio Ambiente de Veracruz, que encabeza uno de los políticos más nefastos de la historia reciente de la entidad: el ex perredista, ex duartista, ex yunista y hoy “convencido” morenista Sergio Rodríguez Cortés. El mismo cuya foto en calzoncillos sobre fajos de dinero durante una campaña se hizo “célebre” ya hace algunos años.
Haciendo honor a su bien ganada fama, en el reportaje se documenta la manera en la que Rodríguez Cortés se ha dedicado a extorsionar empresas desde que asumió el cargo que le otorgó Cuitláhuac García Jiménez en 2019: condicionando sanciones y clausuras a cambio de la respectiva “mochada”.
La investigación refiere que en tres años de gestión, la Procuraduría del Medio Ambiente de Sergio Rodríguez ha clausurado 681 empresas en Veracruz. Y solo en su primer año pasó de recaudar 3.6 millones de pesos por concepto de multas a 19.4 millones. Durante todo el tiempo que lleva ahí, las clausuras le han significado recursos por 147 millones de pesos. Jugoso botín, fruto de las “visitas” de Rodríguez Cortés y sus inspectores a más de cinco mil empresas veracruzanas, según reveló en el reportaje la Coparmex Veracruz.
Los afectados aseguran que, al estilo mafioso, Sergio Rodríguez y sus personeros hacen observaciones injustificadas que se convierten en multas y clausuras. Y una vez que los negocios están cerrados, les ofrecen “soluciones” a través de gestores o terceros para “regularizar” la situación.
La investigación menciona a una empresa que ofrece estos “servicios” por intermediación de la Procuraduría ambiental: Operadora Churk S.A de C.V., misma está dada de alta en la Secretaría de Hacienda como una compañía dedicada al transporte, pero que factura “asesorías en manejo de residuos” por montos de por lo menos 200 mil pesos.
Ese modus operandi de Sergio Rodríguez Cortés recuerda mucho el que se utilizaba durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa a través de las “empresas fantasma” que terminaron por hundirlo. Gobierno en el cual, por cierto, el hoy funcionario “estrella” de la administración morenista fungió como director del Servicio Estatal de Empleo, de donde terminó por ser removido tras un sinfín de denuncias en su contra por “mocharles” recursos a los programas de la Secretaría del Trabajo. “Finísima” persona.
Cuitláhuac García no puede decir que no conoce las trapacerías de Rodríguez Cortés desde hace mucho tiempo. De hecho, en un video publicado en sus redes sociales de cuando fue diputado federal –quizás lo único relevante de su paso por San Lázaro-, él mismo se encargó de cuestionarlo y denostarlo, mostrando la “legendaria” foto con los billetes, mientras exigía “que se investigue por qué exhibía estos fajos de billetes. Duarte se lo ‘billeteaba’, aquí está”.
Pero hoy, entre los 147 millones de pesos “recaudados” en tres años y el atraco cometido contra el Acuario de Veracruz –cuyo fideicomiso por 120 millones dejó en manos de Sergio Rodríguez-, Cuitláhuac García ha cambiado su concepto sobre ser “billeteado”. ¡Ya ni siquiera le parece “inmoral”!
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