Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; frecuentemente la opinocracia cuestiona nuestra democracia acusándola de débil o frágil, pues sostienen que las instituciones creadas, en la transición democrática, no se lograron consolidar, permitiendo los embates autoritarios que desde hace casi seis años ejecutan López y quien todo indica sólo es encargada del despacho en Palacio Nacional y con los que demuelen los logros alcanzados.
Es decir que por culpa de la fragilidad institucional López y sus rémoras llegan al poder y no porque se pavimentó el camino, al justificar el discurso de odio que como luchador social se le permitió diseñar, a un López, que primero se le vio como un alborotador y un peligro para México y después como un redentor de las causas olvidadas y justas, haciéndose eco de su discurso y desprestigiando ferozmente todo lo realizado, hasta antes de su triunfo, incluyendo las instituciones sobre las que descansa nuestra democracia.
La modernización del país, no fue producto de la casualidad y requirió de romper con inercias que provocaban un estatismo económico y social que no permitían el desarrollo nacional, de manera que la firma del primer tratado comercial con Estados Unidos y Canadá vino a encender la mecha de un proceso paulatino de cambios estructurales, que requerían evidentemente instituciones que generaran confianza y solidez y sobre todo solvencia y certeza jurídica y de entre esas instituciones se requería las que le dieran valor y validez a los procesos democráticos, IFE – INE y TRIFE.
Así entonces, también nacieron otras instituciones que robustecían el andamiaje democrático, como son, todos los órganos autónomos- INAI, COFECE, CONEVAL, IFT, lNEGI, COFCE entre otros y que alejaban al país del centralismo todologo que el poder ejecutivo había tenido.
Especializando las actividades y normándolas para que los órganos autónomos actuaran con plena libertad y decidieran conforme a principios de inmediatez e independencia sobre los asuntos planteados y resolvieran lo que correspondiera en beneficio ya de la transparencia o de la veracidad de la información o de las controversias entre los distintos poderes y los particulares o entre estos.
Así mismo se llevó a cabo una reforma judicial que redujo el número de ministros de 26 a 11 y convirtió a la Corte Suprema como tribunal constitucional al establecerse las acciones de inconstitucionalidad y creó el Consejo de la Judicatura Federal, como órgano colegiado de supervisión. Profesionalizando la carrera judicial y estableciendo límites y reglas que evitarán el conflicto de interés y el nepotismo judicial.
De esa manera se daban los pasos para proyectar una nación con un sólido Estado de Derecho de manera que generara la certeza jurídica a la inversión que se previa iba llegar con motivo del tratado comercial trilateral, que por su carácter era el más grande alcanzado en el mundo y aún lo sigue siendo.
Es evidente que el país se rediseño a partir del tratado, para entrar de lleno, como un competidor serio y atractivo y eso sin lugar a dudas provino del tratado comercial.
El liberalismo democrático y la acotada participación del gobierno en la economía fortaleció la competencia en todos los rubros, ya fuera democrática, que económica.
De ser una economía aldeana y sumamente proteccionista, paso a ser una economía con reguladores y controles para poder competir con otras economías que exigían calidad en todos los sentidos.
Y de ser los procesos electorales sumamente cuestionados y cuestionables, se pasó a reconocer resultados y derrotas por parte del
partido mayoritario PRI.
Así entonces el país creó sus propias instituciones democráticas, que hoy por hoy están bajo ataque; que por más y mejores reglas, no están exentas de las tarascadas autocráticas y totalitarias de un mesiánico populista, como López y su claque, que aprovechando la facilidad democrática y con un discurso redentor y de resentimiento y envidia, inoculo el veneno del odio en las venas nacionales y con el cuento de su salvadora honestidad y acusando a los neoliberales y su modelo económico como los culpables de la pobreza y rezago social, que él se encargaría de acabar.
Que por lo demás resultó un cuento lleno de mentiras y engaños y manipulación. Se alzó con la victoria en el 2018.
Que se asimiló por parte de millones de mexicanos, que hoy a seis años de su ascenso y a pesar de sus exiguos y costosos logros, siguen creyendo en su discurso polarizante.
Así entonces vale la pregunta.
Hay democracias tan fuertes que impidan la llegada de un mesías populista autocrático?
Todo indica que no las hay.
Y que la historia nos enseña de un siglo para acá, de cómo los déspotas y tiranos más violentos y crueles alcanzaron el poder mediante la democracia. Hitler, Mussolini y Chávez son claros ejemplos de cómo estos engendros usaron los mecanismos democráticos para alcanzar el poder y una vez en el, procedieron a desmontarlos y construir un modelo de gobierno a su imagen y semejanza.
Claro con buena parte de un gran apoyo popular. Que cegados por el odio y la frustración eleva a los déspotas a los santuarios donde todo lo pueden. Incluso llevar a sus pueblos a la ignominia y a la infamia. Como Hitler y Mussolini lo hicieron en su momento.
Y que otros le siguen la ruta.
Y hasta las democracias más antiguas hoy son sometidas a prueba como la estadounidense que vivió los embates de un Trump, que hace cuatro años no reconocía su derrota y acusaba un imaginario fraude, como López lo hizo en 2006 y que al igual que este, ahora Trump envuelto en la bandera de víctima y apoyado en un acendrado nacionalismo, promete un América para los americanos al hacer más grande a Estados Unidos, MAGA por su eslogan en inglés.
Así entonces y visto los antecedentes bien podemos concluir, que no hay democracias perfectas o inmunes a los embates de los déspotas populistas de izquierda y de derecha, pues los pueblos deseosos de que les digan lo que quieren escuchar, empoderan a los peores sátrapas que después los subyugan con las metáforas de los malvados enemigos que ya disfrazados de migrantes o neoliberales conservadores o enemigos de la revolución o transformación, acechan, poniendo en riesgo los utópicos logros de igualdad o superación con los que defienden al pueblo y les permite, así entonces, mimetizarse en el poder para usufructuarlo mediante el pensamiento único y acrítico con el que sostienen su ideología y dogmas.
Entre paréntesis; el 20 de enero Trump asumirá por segunda vez la presidencia de Estados Unidos y a diferencia de la primera lo hará con un congreso prácticamente cooptado por la mayoría republicana, tanto en la Cámara de Representantes como en la de Senadores y por si fuera poco con mayoría de ministros de la Corte Suprema que simpatizan u obedecen a su voluntad.
De manera que, en un hecho inédito moderno, Trump tendrá todos los poderes en sus manos como ahora lo ostenta López – Sheinbaum como encargada de despacho.
Pronto veremos de que es capaz Trump, con semejante poder y si para mantener su legado buscará romper con la tradición y fundamento democrático de no reelegirse por un tercer periodo, roto por Roosevelt en plena segunda guerra mundial. Pues es bien sabido que estos populistas despóticos siempre están pensando en cómo mantener y retener el poder.
Y más cuando el mundo enfrenta coyunturas de enorme impacto.
Como la guerra de Rusia contra Ucrania y la de Israel contra los palestinos y Hamas. Que siguen escalando peligrosamente.
Además de las amenazas de China por apoderarse de Taiwán que reclama como propia.
Y por supuesto la guerra comercial que EEUU libra con China.
En suma, el mundo está a la expectativa de Trump y sus caprichos y locuras.
Y nosotros atrapados en la migración que viene del sur de nuestra frontera y la que regresará por miles a la frontera norte. Que muy seguramente colapsara las ciudades fronterizas.
Grave situación que no se está previendo y más cuando miles de migrantes están cruzando por nuestro territorio tratando de llegar al sueño americano, que cada día se parece más a un sueño de terror por los vientos que soplan y donde Trump puede ver esta situación como un piquete de ojos de López- Sheinbaum antes que asuma la presidencia.
Juegan con fuego.
PD y el fentanilo y los narcoasesinos serán tratados como terroristas o serán apapachados por Trump? Se valen apuestas.
PD2 en el colmo de las estupideces. Ahora resulta que el TEPJF se erige en tribunal de apelación en materia de Amparo y decide por sus pistolas que ninguna suspensión puede ser válida para detener la elección judicial, pues ninguna autoridad puede suspenderla.
Con esta ligereza la presidenta de dicho órgano se atreve a calificar la actuación de los jueces de Amparo como simples autoridades y no como órganos tutelares de los DDHH y Garantías Individuales que todos los mexicanos tenemos.
Así entonces este tribunal sin ningún empacho se arroga atribuciones no contenidas en sus facultades y manda a la basura el Juicio de Amparo.
Y todavía hay quien duda de lo que se quiere.
Un Poder Judicial a modo. Como ya lo es el TEPJF. Y el INE. Sucursales de morena.
No lo crees así estimado amigo.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político