Día Hábil
El desdén involuntario de Ricardo Monreal Ávila, Luisa María Alcalde Luján, Adán Augusto López Hernández y Manuel Velasco Coello a Claudia Sheinbaum Pardo terminó por ser la nota de un evento sin sentido, que sólo se organizó para manipular -más- a los becados, pensionados y acarreados de Morena.
Todos estaban tan preocupados por quedar bien con Andy – el junior de Andrés Manuel López Obrador– quien será candidato presidencial en 2030-, que no se dieron cuenta de que la rencorosa, vengativa y autoritaria mujer pasaba por detrás de ellos mientras se tomaban fotos futuristas a los pies del escenario en el Zócalo, donde la aprendiz de política rindió un mensaje “por la unidad de los mexicanos y ante los embates de Donald Trump”, quien impuso aranceles de 25 por ciento a todas las exportaciones de México hacia Estados Unidos… para, luego recular.
La imagen, el video, no miente y es deprimente, porque muestra cómo en política y, especialmente, en Morena no existen la vergüenza, la dignidad ni el amor propio.
Fue lastimoso ver cómo Monreal y acompañantes ven a Sheinbaum Pardo pasar de frente sin detenerse, al darse cuenta que los citados estaban embelesados con el hijo de quien la puso en Palacio Nacional, y casi se lanzan un clavado para saludarla.
Ridículo.
Lastimoso.
Decenas, cientos, miles de acarreados traídos de los lugares más lejanos del país y todo para satisfacer el ego de la señora que vive en Palacio Nacional, tal como su antecesor, impulsor de su campaña.
Fue un evento ciento por ciento partidista disfrazado, al principio, de protesta en contra de la intromisión del presidente de Estados Unidos y de la imposición de un arancel de 25 por ciento generalizado a toda la mercancía que entre a Estados Unidos procedente de México.
¿Y si ya se acabaron las amenazas o Trump qué harán?
Una muestra más de que Morena está fracturado.
LOS JÓVENES DESCUARTIZADOS
Mientras eso sucedía en el Zócalo, nadie ha dado cuenta de los nueve jóvenes descuartizados en la autopista a Oaxaca.
Es la normalización de la violencia, de la crueldad, del valemadrismo.
Sheinbaum Pardo, ni soñando, se atrevería a contradecir las órdenes de su amo, de su ídolo y de quien se niega.
¿Cuáles son?
Abraaazooos, no balazos.
Vámonos: Efectivamente, no somos iguales.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex