* Los electores continúan sufragando por esta perniciosa partidocracia, pues los “clubes” políticos fueron diseñados para compartir el poder, de ninguna manera para competir por él y, así, servir a sus electores, no simular dar respuestas a las necesidades de un desarrollo sustentable
Gregorio Ortega Molina
Dejemos la filiación partidista de lado, porque para los políticos actuales la ideología que supuestamente los identifica, es ropa desechable. Si no obtienen su rebanada del pastel fiscal al que pueden meter mano, cambian de domicilio.
Mejor centrémonos en su función como administradores públicos y defensores de los intereses de los mexicanos que votaron por ellos para llevarlos al Congreso, las regidurías, presidencias municipales, gubernaturas y Los Pinos.
Resulta que la Auditoría Superior de la Federación, hasta febrero de 2018 a cargo de Juan Manuel Portal -irreductible-, presentó el segundo capítulo de la revisión de la Cuenta Pública 2016; informa, para purgación de la sociedad, haber detectado irregularidades en el ejercicio de recursos federales por un monto acumulado de 51 mil millones de pesos, después de ejecutadas mil 166 auditorías.
Se habla sin rubor de los hechos bochornosos que cotidianamente se suceden en el ejercicio del presupuesto, que es el uso de los recursos fiscales que produce el trabajo de los mexicanos, el ingenio de empresarios, comerciantes y banqueros, aunque mermado por los créditos fiscales, las condonaciones del ISR o la simple devolución de impuestos. A lo enumerado hay que añadir el monto de las irregularidades. Así podrán darse cuenta de la enorme riqueza que produce México.
“Las irregularidades detectadas y reportadas a la Cámara de Diputados, destaca que de los 51 mil millones de pesos observados, 39 mil 296 millones corresponden a observaciones realizadas a los 32 gobiernos locales, ya sea en el ejercicio del gasto federalizado -en sus diversos programas- o en el uso de las participaciones federales. En este último rubro, en 2016 fue la primera vez que la ASF realizó una fiscalización a su ejercicio, acorde con las nuevas facultades derivadas de reformas legales.
“Tan sólo el gobierno de Veracruz, durante el último año de gestión de Javier Duarte de Ochoa -que enfrenta juicios penales por irregularidades en su administración- ya concentra observaciones por un monto de 13 mil 543 millones de pesos, de los cuales poco más de 8 mil millones corresponden al paquete de auditorías presentadas este martes.
“Uno de los mayores avances en el periodo ha sido la consolidación del Sistema Nacional de Fiscalización, que ha fortalecido la coordinación entre la ASF y las contralorías estatales. Uno de sus efectos en el corto plazo lo constituye la tendencia a la baja de los montos observados en diversas entidades en la fiscalización del gasto federalizado’’.
Sin embargo, los electores continúan sufragando por esta perniciosa partidocracia, pues los “clubes” políticos fueron diseñados para compartir el poder, de ninguna manera para competir por él y, así, servir a sus electores, no simular dar respuestas a las necesidades de un desarrollo sustentable
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