* Supongo que AMLO, ante el Congreso, se abrirá de capa y propondrá ir por la restauración, sin considerar la veleidad de los electores y la lealtad, o no, de su fuerza política
Gregorio Ortega Molina
Conducir a los mexicanos a la regeneración nacional y la tierra prometida de una IV República, resultará más complicado que el tránsito de los judíos por el desierto durante 40 años. 120 millones de habitantes no se gobiernan de la misma manera que lo hicieron con los 35 millones durante 1968.
La respuesta a las promesas incumplidas, al hambre y la inseguridad no sucederá en la Plaza de las Tres Culturas. Tomarán las calles en las ciudades y gritarán fuerte. La decisión sobre el NAICM permitió a AMLO afianzarse a la silla del águila, pero también abrió la puerta a sus electores para que el reclamo suba de decibeles, en caso de ser necesario. Así lo exige el necesario corrimiento de los factores de poder, para asegurar la restauración. La incivilidad puede llamar a la puerta, para eso necesitan la Guardia Nacional, para reprimirla.
Mañana debe iniciar la regeneración nacional, el discurso de toma de posesión, el mensaje político ha de ser la piedra angular para la fundación de la IV República y la reforma del Estado, o el anticipo de los recuerdos del porvenir, que diría Elena Garro.
El tiempo de Carlos Salinas lo colocó de espaldas a la pared. Su legitimidad debió negociarse. AMLO recorre las amplias avenidas del desbordado y legítimo apoyo popular anticipado en las urnas, lo que venga del 1° de diciembre en adelante ha de contar con la anuencia del México bueno, con la voluntad de sus electores, para facilitarle el gobierno.
Todo dependerá de sus decisiones y la manera en que aspire a instrumentarlas. Las palabras por él elegidas, el lenguaje corporal, las verdades a medias o las completas, nada escapará a la sociedad.
Otra vez Luis A. Arocena: “Si la virtú es la fuerza viviente del hombre, la que crea y conserva los Estados confiriéndoles su sentido de eficacia, la necessitá es la constricción causal, el instrumento apto para plasmar la masa inerte en la forma querida por aquélla.
“Las advertencias de Maquiavelo sobre las condiciones que deben prevalecer para que la acción voluntariosa fructifique eficazmente, no sólo van destinadas al hombre político, cuyo sentido de la realidad y acomodamiento a ella se preceptúa como inexcusable, sino también al estudioso de los problemas de la política, el cual jamás alcanzará cosa que valga la pena si, en vez de especular sobre lo que debe ser, no ajusta sus observaciones a lo que realmente es y ocurre”. El riesgo para esos observadores es que los tilden de fifís.
Supongo que AMLO, ante el Congreso, se abrirá de capa y propondrá ir por la restauración, sin considerar la veleidad de los electores y la lealtad, o no, de su fuerza política.
Observación: A la banda presidencial hay que verla como a la bandera. Vertical y de izquierda a derecha; inclinada ofrece otro orden y otra perspectiva. Transitamos del águila mocha de Fox, al reordenamiento de los colores de AMLO. ¿Es buen augurio?
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