* Lo que anuncia AMLO puede ser una regeneración nacional que se quede verde, en agraz, inmadura para llevar a México a su IV transformación, ambición descomunal para emprenderla sin un servicio de inteligencia, sin un sistema de seguridad interna y geo-regional
Gregorio Ortega Molina
Desconocemos, los mexicanos, los niveles de compromiso adquiridos por CSG y sus sucesores para que esta nación se integre al bloque de América del Norte a cambio del TLC y la globalización, con sus “beneficios” y consecuencias: más las segundas que los primeros.
De lo anterior se deduce que bordar un análisis sobre la seguridad interna de México y la participación en la geo-seguridad regional e interna de EEUU son meras suposiciones, por no llamarlas entelequias, pero también se desprende que el gobierno que asume el poder el próximo 1° de diciembre no puede tomar decisiones anticipadas sobre la desaparición o no del CISEN, o sólo hacerle a la demagogia y cambiarle de nombre y adscripción a lo que ya existe, porque lo cierto es que la Defensa Nacional y la Marina tienen sus propios sistemas de seguridad y sus compromisos, supranacionales o no, adquiridos con sus contrapartes estadounidenses, además de los enlazados en las relaciones bilaterales de manera oficial, como la Iniciativa Mérida.
La globalización no simplifica las relaciones bilaterales y multilaterales, las hace más complicadas y difíciles, sobre todo porque los conceptos políticos tradicionales relacionados con patria, soberanía, carta de identidad, nación, regionalismo, ahora significan lo mismo pero <<ya>> no importan, porque será necesario acuñar otros que nos permitan ubicar nuestro lugar en el mundo y en nuestra casa.
El multiculturalismo de que se habla sólo es una jalada intelectual, porque la cultura, la verdadera, la que forma seres humanos, enseña a razonar, discernir, disentir y establecer los principios básicos de convivencia, es única y es universal. Las pinturas, la música, la trigonometría, el universo y las novelas no hablan un idioma específico, se expresan en todos y a todo mundo se dirigen. A todos nos divierten y nos aleccionan y nos riñen…
En cuanto a los servicios de inteligencia, sucede lo contrario. Son únicos de cada nación. Puede compartirse conforme a los intereses del que comparte y reparte, puede regalarse una mínima fracción de esa inteligencia que nos concierne como seguro de una elemental primacía en el entorno regional y mundial, pero no podemos entregarles las llaves de la cocina, ya no digamos de la recámara.
José Manuel Cuéllar Moreno rescata para nosotros, lectores, un texto de Arnaldo Córdova referente a La formación del poder político en México, al que resalta con un corolario por él tomado de Emilio Uranga: “(En México) se transigió no una sino muchas veces con los poderes antiguos, y la Revolución se hizo permanente por la sencillísima razón de que siempre se quedó en agraz, como fruta verde, incompleta, inacabada”.
Y sí, lo que anuncia AMLO puede ser una regeneración nacional que se quede verde, en agraz, inmadura para llevar a México a su IV transformación, ambición descomunal para emprenderla sin un servicio de inteligencia, sin un sistema de seguridad interna y regional.
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