* ¿Dónde quedan parados Andrés Manuel López Obrador y la 4T con su mantra de no mentir, no robar y no traicionar?
* Como parte demandante tendrían que comparecer, tarde que temprano, ante el juez de la causa. Sí, tendrían buenos y caros abogados, pero de acuerdo con el proceso jurisdiccional, deberán comparecer. Y, punto central, demostrar inocencia porque las pruebas que los involucran en delitos de diversa naturaleza, incluso narcotráfico, son contundentes
Gregorio Ortega Molina
En el momento que Andrés Manuel López Obrador deje de mentir, le sobrevendrá un paro respiratorio, pues las falacias por el construidas para engañarnos, son su tanque de oxígeno, su terapia ocupacional.
Ahora nos endulza el oído con el cuento de su jubilación del ISSSTE, cuando es incapaz de mostrar sus hojas de servicio expedidas por las diferentes dependencias en las cuales trabajó; los años trabajados no le dan, a menos de que lo jubilen por consigna.
Lo mismo ocurre con esa feroz insistencia de que sus hijos, los López Beltrán, son impolutos, nada tiene que ocultar, lo mismo que primos y hermanos, pero quitarse el sambenito de la corrupción de encima es muy sencillo, tanto para el presidente de la República como para sus vástagos, hermanos o sobrinos. Que demanden por difamación a Carlos Loret de Mola y a la empresa para la que trabaja, aunque es posible que no estén dispuestos a acudir a los tribunales, porque ante el MP y los juzgadores hoy tan desprestigiados, pueden quedar exhibidos como lo que son: corruptos hasta la médula.
Con un agravio adicional, todos ellos son la insignia con la que navega la 4T y su nuevo humanismo mexicano, su lucha contra la corrupción y la urgente necesidad de demostrar que ellos, sí, ellos y sólo ellos, son la única posibilidad de regeneración nacional en esta aterida patria.
¿Puede, lector, establecer una diferencia entre los Bribiesca Sahagún y los López Beltrán? No lo creo, salvo en la actitud, unos son desvergonzados, mientras los otros viven embozados en el cuento de la purificación personal como ejemplo de lo que debe ser la vida en México.
En Echar raíces, Simone Weil dejó anotado: “Amor a la verdad es una expresión impropia. La verdad no es un objeto de amor. No es un objeto. Lo que se ama es algo que existe, que es pensado y que por ello puede ser ocasión de verdad o de error. Una verdad es siempre la verdad de algo. La verdad es el esplendor de la realidad. El objeto de amor no es la verdad, sino la realidad. Desear la verdad es desear un contacto directo con la realidad. Desear un contacto con la realidad es amarla. Sólo se desea la verdad para amar en la verdad. Se desea conocer la verdad de lo que se ama. En vez de hablar de amor a la verdad vale más hablar de un espíritu de verdad en el amor”.
¿Dónde quedan parados Andrés Manuel López Obrador y la 4T con su mantra de no mentir, no robar y no traicionar?
Puntualización de Moisés Sánchez Limón al texto del 8 de julio: Como parte demandante tendrían que comparecer, tarde que temprano, ante el juez de la causa. Sí, tendrían buenos y caros abogados, pero de acuerdo con el proceso jurisdiccional, deberán comparecer. Y, punto central, demostrar inocencia porque las pruebas que los involucran en delitos de diversa naturaleza, incluso narcotráfico, son contundentes.
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Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.- Nada se resuelve en esa institución, lo que nos obliga a considerar las consecuencias de que permanezca mocho por capricho de AMLO, ahora que tiene en puerta la decisión para la cual fue creado como instancia constitucional última.
Pregunto al experto en Derecho Constitucional, y dijo: “No habría presidenta y tendrían que ser convocadas nuevas elecciones. Pero esto no sucederá. La calificación es en septiembre y es suficiente con designar a un magistrado de una sala regional (el más antiguo). La hipótesis de que no haya declaración es totalmente infundada”.
Es cierto, pero que tal si sí. A la doctora Sheinbaum la trae como sedita, mientras todo sucede de acuerdo a su guion.
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@OrtegaGregorio