* Por eso a personajes como Santiago Nieto y Ricardo Peralta les quitan el bozal, les dan juego, sin siquiera medir las consecuencias de ese proceder. Han fortalecido al gobierno con una presidencia fuerte en apariencia, porque nunca antes el Estado mexicano fue tan débil como hoy
Gregorio Ortega Molina
Ahora queda absolutamente claro el proyecto del gobierno de México sobre los migrantes que desbordan su frontera sur: servir a Estados Unidos, tope donde tope. La actitud de los integrantes de la 4T la refiere el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, que sí sabe de lo que habla, basta con ver su contextura física, es él el que hoza las leyes, la Constitución, los derechos humanos.
Los flujos migratorios fueron ideales para la diversificación de la cultura, para la tolerancia y el desarrollo. Además, el tema es bíblico, el ser humano está destinado a la diáspora, con fe o sin ella. Cuatro de mis familiares inmediatos viven fuera de México, se casaron, fundaron familias y, curioso, uno de los hijos regresa al país, casado con mexicana. La sangre llama, pero también esteriliza.
Hoy, los migrantes significan pingües negocios para los traficantes de personas, para la trata, para engrosar los ejércitos paramilitares de los señores de las drogas, pero también como argumento político, para presionar al país más débil, o al más necesitado de reconocimiento. AMLO es las dos cosas, tiene un gobierno fuerte en un Estado casi inexistente, con amplios vacíos, donde en amplias regiones son otros los que mandan, aunque no gobiernan, y es por ello que está ansioso de ser tomado en cuenta por Donald Trump, necesita que lo incorpore a las grandes ligas o, de perdis, a una cascarita de funcionarios públicos, o a jugar a las canicas.
No le da porte ni prestigio a su investidura, usar el TP-1 le provoca urticaria, es mucho lujo; un viaje al exterior, ¿para qué? No se trata de la honrada medianía, es un asunto de carácter, de no saber si en determinados lugares se ha de estar de pie, o sentado.
¿Cómo, entonces tener definida y puesta en práctica una política migratoria acorde a la historia de la patria, a los sentimientos de la nación, a su supuesta trayectoria política e ideológica? Ni manera, de allí que se inclinara por compartir “su” poder con Marcelo Ebrard, en lugar de abrirle juego a la oposición, y permitir que la CNDH sea palanca de soberanía para evitar la demasiada presión del gobierno estadounidense.
Durante los próximos meses y años, a los ilegales que lo intenten, les irá como en feria, recibirán peor trato aquí, en territorio nacional y por parte de las autoridades totonacas, que el que nuestros connacionales reciben en Estados Unidos, y ya es mucho decir.
Por eso a personajes como Santiago Nieto y Ricardo Peralta les quitan el bozal, les dan juego, sin siquiera medir las consecuencias de ese proceder. Han fortalecido al gobierno con una presidencia fuerte en apariencia, porque nunca antes el Estado mexicano fue tan débil como hoy.
www.gregorioortega.blog
@OrtegaGregorio