* Todos conocemos la respuesta: más que reingeniería constitucional lo que se necesita es la reforma total y absoluta del Estado, incluida la institución presidencial, porque hoy carece de los haberes para ser lo que fue. El poder también o fundamentalmente es económico
Gregorio Ortega Molina
Enrique Esperón -nos conocimos cuando ambos luchábamos por ser adolescentes de pleno derecho- reconvino mi texto sobre lo que hicimos con el país, en lo que no le falta razón cuando afirma que debemos ver el futuro, pero subrayo: ¿cómo soñar con el mañana si no fuimos capaces de resolver el ayer?
Aspirar al optimismo hoy equivale a cruzar indemnes el Rubicón, conscientes de que el regreso puede conducirnos a la confrontación similar a la que padece Nicaragua, o al estancamiento político que retiene como rehén a España en el infierno del Valle de los Caídos.
Nuestro presente es consecuencia inmediata del pasado reciente: disminución del Estado, apertura económica, TLC y globalización. Se especificó una tarifa y Carlos Salinas de Gortari decidió, por México, pagarla sin importar el costo. La Iniciativa Mérida y la Guerra al Narco debieron ser parte secreta de los acuerdos para que los mexicanos olvidaran el proyecto de la Revolución inmersos en la euforia de la promesa incumplida, porque si las cuentas nos salen bien, hace rato debimos entrar al Primer Mundo.
Y miren, lectores, dónde estamos. El viernes 3 de agosto último se difundió lo siguiente: “La Fiscalía General de Chihuahua informó haber encontrado 11 cuerpos dentro de una casa ubicada en la calle Oasis de Egipto número 1201 de la colonia Praderas del Oasis, en Ciudad Juárez.
“Según la dependencia, el hecho <<podría estar relacionado a la disputa entre grupos criminales>> que pelean el control de la zona fronteriza.
““Se estableció que los cuerpos corresponden a ocho hombres y tres mujeres, para lo cual se lleva a cabo una investigación ministerial para esclarecer el hecho y dar con el paradero de los responsables”.
¿Qué hacer con México? Todos conocemos la respuesta: más que reingeniería constitucional lo que se necesita es la reforma total y absoluta del Estado, incluida la institución presidencial, porque hoy carece de los haberes para ser lo que fue. El poder también o fundamentalmente es económico. Hasta es tema de novelas, como la que ganó el Premio Planeta 2014, en la que Jorge Zepeda Patterson pone en boca de Víctor Salgado una prudente y actualizada reflexión sobre la identidad de los verdaderos detentadores del poder político (en México y el mundo) -página 255 y siguientes de Milena o el fémur más bello del mundo.
Es necesario repetirse la pregunta: ¿qué hacer con México? ¿Regresar al presidencialismo que nos colocó donde estamos? La única manera de torear el asedio y la fuerza con la que nos agrede Estados Unidos, es con la refundación del Estado, para que las instituciones puedan absorber la insidia, el rumor, la descomposición política y social, y reordenarse toda vez que desde la Casa Blanca decidan cambiar de estrategia.
El poder: Ser Presidente de la República obliga a un mandato constitucional que no puede eludirse con consulta popular o referéndum. ¿Cuántos de los que desean decidir conocen de mecánica de suelos? Todo para disfrazar la concesión total.
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