* El señor Andrés (Narciso) Manuel López no es santo de mi devoción, pero no dejo de considerar prioritario recuperar la democracia que fue destruida por los partidos y sus prebostes. Como vamos, terminarán por desmadrarlo todo
Gregorio Ortega Molina
En este momento se desconocen los nombres de tres de los cuatro previsibles candidatos a decidir sobre el destino de 120 millones de seres humanos; sostengo, entonces, que carezco de preferencias políticas, puesto que la baraja está incompleta.
Lo anterior de ninguna manera me impide ver que se inicia una guerra despiadada en contra Andrés (Narciso -gracias Jorge Zepeda P.) Manuel López. Es el precio a pagar por adelantarse y ser el único con la candidatura presidencial garantizada, al día de hoy.
El problema sustancial con el candidato de Morena es que le mienten, y asume como verdad revelada lo que escucha y lee; él mismo miente, y está seguro de tener voz de profeta. Lo encapsularon y se encapsuló en un versión del mundo en la que sólo lo que él dice es cierto, verídico, comprobable, certero, justo. Su versión es que todos, salvo la mafia del poder, lo aman.
Pero hete aquí que la verdad le llega a los aparejos, sube desde el exterior. Por lo pronto, Fitch considera que su eventual triunfo en la presidencial de 2018 sería fuente de incertidumbre, debido a su discurso sobre elevación del gasto, sin dejar claro el déficit público que necesitaría para soportarla, además de que, como desde 1997, tampoco tendrá la mayoría en el Congreso.
Aunque Shelly Shetty, directora sénior y jefe del Grupo de Soberanos de América Latina de Fitch, reconoce que el dirigente de Morena también dice que mantendrá bajo el nivel de inflación y de la deuda pública.
Pero también destacó que el proceso electoral ocurrirá en un momento de pérdida de popularidad del presidente Enrique Peña Nieto, quien con tesón logró la más baja aceptación para un presidente en casi dos décadas, lo que acrecienta la posibilidad de un triunfo de la oposición en 2018. Para Fitch, uno de los candidatos a monitorear es Andrés Manuel López.
Como parte de esa estrategia de descalificación que le llega del frío a Andrés Manuel López, John McCain, senador de Estados Unidos, externó su preocupación por las elecciones presidenciales mexicanas de 2018, en especial si vence un candidato “antiestadounidense”. Si eso sucediera no sería bueno en muchos aspectos, empezando por la cooperación binacional en rubros como la lucha contra el narcotráfico o la seguridad.
El señor Andrés (Narciso) Manuel López no es santo de mi devoción, pero sí es prioritario recuperar la democracia que fue destruida por los partidos y sus prebostes. Como vamos, terminarán por desmadrarlo todo.
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