* ¿Dónde lo primordial: la sustentabilidad de la CDMX como Estado, la obtención de los recursos básicos para atender las necesidades de las viviendas? Nada, de eso nada, primero la política como solución mágica a problemas difíciles de resolver
Gregorio Ortega Molina
Cambiar el nombre y la conceptualización de la capital federal a ciudad Estado es un trámite político, legal, ideológico, pero el modificar social y solidariamente el comportamiento de los ciudadanos ante su nueva realidad constitucional, de ninguna manera se hará por ensalmo.
Si continúan por el camino de creer que abrir espacios de expresión y dignidad a las minorías, resolverá de manera definitiva y definitoria los problemas sustancialmente urbanos de la ciudad Estado, están en un error.
Dar voz a los colectivos ciudadanos no traerá agua a la urbe, tampoco dará seguridad pública ni evitará que la delincuencia le gane espacios al poder. Como señala Héctor de Mauleón, vivimos en una comunidad semi abierta donde todos pagamos derecho de piso, de una u otra forma, porque si no se hace en efectivo o especie, se cumple con la fajina en tiempo de traslado, en inseguridad, en desempleo, en ausencia puntual de servicios que el gobierno puntualmente cobra, y hay que pagar so pena de embargo.
Y la ciudad crece. A lo pendejo, pero crece, porque no es lo mismo desarrollo urbano equilibrado, que equilibrar las finanzas personales de los funcionarios involucrados en conseguir los permisos de construcción, a como dé lugar.
Hay una gran confusión en materia de supuesto desarrollo urbano; quizá los “constitucionalistas” puedan poner orden a lo que parece no tener remedio, pues han decidido involucrar hasta la paridad de género y la raza en el asunto de la vivienda.
En la propuesta que la Asamblea Legislativa aspira a convertir en Ley de Vivienda, antes de que la Constitución la modifique, quieren:
I. Derechos humanos e igualdad de género:
Establecer a la vivienda como un derecho humano universal conforme a lo dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Estatuto de Gobierno y los tratados internacionales en la materia.
Definir los lineamientos generales de la política de vivienda, bajo una perspectiva de género, de la cual se deriven las políticas públicas programas, instrumentos y apoyos, que permitan que toda persona cuente con una vivienda adecuada, digna y accesible en la Ciudad de México.
Establecer las normas que coadyuven a eliminar la segregación socio-espacial y concertar acciones que eliminen los procesos de gentrificación experimentados por la Ciudad en los últimos años. Establecer mecanismos que coadyuven a fomentar el derecho a la ciudad, de tal manera que todas las personas, sin importar su origen, raza, color, estatus social u otro, tengan acceso a sus beneficios.
¿Dónde lo primordial: la sustentabilidad de la CDMX como Estado, la obtención de los recursos básicos de higiene, seguridad, transporte y salud, para atender las necesidades de las viviendas?
Nada, de eso nada, primero la política como solución mágica a problemas difíciles de resolver.