La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Los encomenderos son travestidos, le gusta andar en modo caperucita azul
El panista Julen Rementería, ex alcalde de la Cuatro Veces Heroica y actual senador, informó que iniciará el ‘rescate’ de Veracruz, bajo tres ejes: “Solvencia económica, Salud y Seguridad”. Desde luego, el objetivo encubierto es tener pretexto para hacer campaña.
En realidad, no es novedoso que un político oculte sus verdaderas intenciones utilizando justificaciones pueriles, es el sello de la casa en nuestro país, siempre hay que interpretar.
Sin embargo, ya que el señor Rementería está hablando de solvencia económica (por cierto, no aclara si la meta es que todos los veracruzanos tengan cuentas bancarias similares a las de él), habría que preguntarle si para su periplo, también se incluye la solvencia moral.
Viene a cuento la curiosidad, porque en la entidad hay un variopinto de pueblos originarios (huasteco, totonaco, nahua, popoluca, etc.) y de acuerdo al INEGI, casi 664 mil personas hablan alguna lengua indígena, en un marco de poco más de ocho millones de habitantes.
Pero bueno, el meollo del asunto, es que Julen (aunque luego se de golpes de pecho), tiene simpatía por el movimiento ultraderechista español VOX, al grado de que sostuvo una reunión, en calidad de líder azul en el Senado, con su dirigente Santiago Abascal.
No sobra decir, que VOX afirma que la Conquista española “logró liberar a millones de personas del régimen sanguinario de los aztecas”, lo que no explica, es que los “liberó” sometiéndolos a una opresión mayor que a punto estuvo de provocar su exterminio.
Por un asunto de urbanidad política (de decencia, dirían las abuelas), el blanquiazul debería deslindarse de Julen. Sentarse con el fascista Abascal y luego pedir disculpas, no alcanza.