Lo hemos dicho ya, pero es oportuno repetirlo en éste momento: Benito Juárez en su dialecto nativo a los mexicanos dijo: “Ghuni gano xhina, cassií modo viní ga irá dhe benhe wlhalsh, thí acanho cahsi laa’ caghabe”. Esas palabras hoy por fortuna son repetidas, por tradición, en todas las escuelas donde se habla zapoteco, han pasado de generación en generación y las mismas traducidas significan: “Trabajemos como trabajaron nuestros antepasados para ser tan grandes como ellos”.
Construir una ingeniosa frase y elegante formula (no podía esperarse otra cosa de un jurista como Juárez) y el haber acentuado en ella la grandeza de nuestro México es digna de difusión, nos obliga a seguir sus enseñanzas.
La República hoy más que nunca requiere de ellas para alcanzar la grandiosidad que merece y con ellas recuperar el honor que por desgracia se ha venido desaprovechando por ésta Cuarta Transformación de la República. Ese honor como mexicanos, debe ser entendido por gobernantes y gobernados , como la cualidad que nos impulsa como patriotas con arreglo a las más elevadas normas morales y que llevan consigo el respeto a la ley.
La salvaguarda del honor de México implica que la conducta de los gobernantes, (aquí se aplica a neoliberales, conservadores y transformadores), se rija por el mayor interés de la Patria y por desde luego al respeto irrestricto de la Ley.
Históricamente nuestros ancestros que nos gobernaron invocaron el honor nacional en el momento crucial para nuestro suelo.
Viajemos al ayer
El primer presidente del México Independiente, fue Guadalupe Victoria, quien al clausurar las sesiones de la Asamblea Constituyente que dio origen a nuestra Primer Constitución Federal bien dijo: “vuestra Soberanía ha fijado irreversiblemente el honor y los destinos de la Patria con la ley que ahora nos obliga”.
Otro presidente, Anastasio Bustamante declaró en el Congreso, con motivo de la guerra con Francia: “es invariable la dignidad y el honor de la nación mexicana”.
Volando los años y en otra guerra, el presidente Manuel Ávila Camacho dijo ante el H. Congreso de la Unión (en aquella época era honorable) “México ha mostrado un escrupuloso celo en la defensa de su soberanía sin tolerar nunca que su dignidad y su honor resulten vulnerados, sea cual fuere la fuerza del Estado que lo pretenda”.
Han sido muchos y muy variados gobernantes que han respaldado el honor de México.
En el México de hoy de ésta Cuarta Transformación de la Nación, Andrés Manuel López Obrador debe saber que existe un más elevado honor que “el honor de estar con ……” y ese honor es el honor de México, que sólo se alcanza cumpliendo con la ley como lo dijeron Guadalupe Victoria, Benito Juárez y otros más, sólo así trabajaremos como trabajaron nuestros antepasados para ser tan grandes como ellos.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal del
Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..