Fuera de todo
Denise Díaz Ricárdez
La manifestación de una estudiante de Literatura Francesa en ropa interior en Irán ha capturado la atención mundial, no sólo por su audacia y originalidad sino también por lo que representa en el contexto del feminismo y las luchas por los derechos de las mujeres en un país donde opresión y represión son parte del día a día.
Esta acción, que puede parecer provocativa a simple vista, es en realidad una poderosa declaración sobre la autonomía corporal y la resistencia contra un sistema que busca controlar y cosificar a las mujeres.
La manifestación se inscribe en una larga tradición de resistencia feminista que aboga por la libertad de elección y la expresión individual.
En un país donde las leyes y normas sociales imponen estrictos códigos de vestimenta, la decisión de manifestarse en lencería se convierte en un acto de desafío que denuncia no solo la opresión de género, sino también el control que el régimen ejerce sobre el cuerpo femenino.
Las mujeres, al despojarse de las capas de vestimenta que la sociedad les impone, reivindican su derecho a decidir sobre su propio cuerpo, un concepto fundamental en la lucha feminista.
No obstante, es crucial entender que el feminismo no es un monolito.
Las experiencias de las mujeres en Irán son únicas y distintas de las luchas feministas en otras partes del mundo.
Este tipo de manifestaciones también plantea preguntas sobre la sexualización y la objetivación de las mujeres en el movimiento feminista.
Si bien la acción en lencería es un símbolo de empoderamiento, también es vital que no se reduzca a una mera provocación.
La lucha por la igualdad de género debe ir más allá de lo superficial y abordar las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad y la violencia contra las mujeres.
Y aunque esta resistencia feminista se da en un entorno hostil, nos invita a reflexionar sobre la diversidad de las luchas por los derechos de las mujeres y la importancia de la autonomía corporal en la búsqueda de la igualdad.
Las mujeres iraníes están alzando su voz y su cuerpo en un acto de desafío, y su valentía merece ser escuchada y apoyada desde todos los rincones del mundo.
La manifestación de la iraní AhouDaryaei en lencería –que está detenida- no sólo es un acto de rebeldía, sino que también refleja una búsqueda de solidaridad y apoyo entre mujeres que enfrentan desafíos similares.
Es un recordatorio de que el feminismo debe ser inclusivo y considerar las realidades culturales y políticas de cada contexto y de que es hora de cambiar.