Tras la crisis sanitaria de la epidemia de influenza A H1N1 de 2009 a 2010, en México nos enfrentamos a otro tema toral de salud pública relacionado con la obesidad de la población.
Lo preocupante de las tasas de sobre peso fue que se dispararon de forma dramática y golpeaban ya desde el mismo 2009 de manera alarmante a los grupos etarios de niños y adolescentes.
La anterior encrucijada alimentaria para los mexicanos, y que para la administración calderonista empezó a impactar de manera significativa en los gastos para enfrentar las enfermedades derivadas de la obesidad llevaron a territorio del Legislativo a discutir y a legislar la publicidad y consumo de comida chatarra.
La aprobación de la anterior legislación llevó casi ocho meses de discusión y conclusión en el año 2010, pero al final, parece que más que restringir alimentos que promueven el aumento de peso corporal y beneficiar la salud y la figura corporal entre los infantes, se provocó lo contrario.
El asunto empezó por desterrar alimentos y productos que se venden en las tiendas escolares e imponer media hora de ejercicio diario obligatorio todos los días escolares. Pero de esa ley que supongo está en vigor, las violaciones son continuas y los resultados evidentes.
En el 2011, poco menos de un año después de la entrada en vigor de la Ley comida antichatarra, México alcanzó el vergonzante primer lugar en obesidad infantil. En las escuelas se siguen vendiendo bebidas azucaradas, frituras, harinas refinadas, además claro de la llamada comida saludable como ensaladas de frutas y algunas de verduras.
Pero en contraparte, la publicidad a la que están expuestos los niños no sólo vía el televisor, sino en un gran porcentaje de su entorno visual y también auditivo, se compone de un continuo bombardeo de comida procesada que afecta la salud y la figura, y que les convence que el consumirla es estar in. Esto evidenció cómo los cabilderos hicieron su parte en el ámbito Legislativo para que la industria de la comida chatarra no perdiera consumidores.
Para rematar, aquello de la media hora de ejercicio diario obligatorio, también quedó en el olvido.
Si es un asunto de salud pública la obesidad infantil y de toda la población mexicana. ¿Por qué no se combatió con todas sus fuerzas como se dice del narcotráfico?
Eso me lleva a proyectar que de regular el consumo de mariguana en el país para paliar la gravedad de asuntos como el mismo narcotráfico, a lo único que llevará es a beneficiar a toda la estructura del crimen organizado, misma que al final, lo único que busca es la ganancia sobre el bienestar social.
Acta Divina… La ley anti obesidad del 2010 ordena al Sistema Educativo Nacional promover la adopción de hábitos alimenticios saludables. La SEP regulará la comercialización y consumo de alimentos y bebidas en los centros escolares, con el fin de que en la elaboración, la comercialización y el consumo de alimentos distribuidos en las escuelas se respeten las normas sanitarias. Respecto de los padres de familia establece que tendrán el deber de promover en sus hijos la adopción de hábitos alimenticios saludables.