No. Por supuesto que no. Las casualidades no existen. La polémica presa construida en una propiedad rural de la familia del gobernador sonorense Guillermo Padrés no desapareció por arte de magia ni –según la versión oficial– porque no resistiera las muchas cargas de agua que a su paso dejó el huracán Odile.
La presa fue dinamitada. Varias toneladas de TNT apresurada –y también subrepticiamente– traídas de los Estados Unidos cobraron su existencia el último fin de semana. Para evitar una investigación.
¿Y sabe usted por qué?
Pues porque la obra hidráulica, en realidad, no era de Padrés ni de su familia, pese a haber estado erigida en terrenos de su propiedad.
La presa era de una empresa en la que asoman preponderantemente los apellidos Sidaoui –¿se acuerda usted de un personaje que fue subsecretario de Hacienda y luego brincó a una de las sub-gubernaturas del Banco de México?– y Margain Berlanga.
Éstos, los Margain Berlanga, tuvieron un banquito, el de Oriente, rescatado con fondos y deuda pública a través del Fobaproa –luego lo adquirió BBV– y fueron beneficiados con el regalo de NKS, empresa a la que habían hecho fuertes préstamos y que también fue a parar al Fobaproa, merced a los buenos oficios de uno de sus propietarios, Jonathan Davis Arzac, quien se desempeñaba –¿conflicto de interés?– como presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Pero esa es otra historia.
La que hoy nos ocupar tiene que ver con el asunto del preciado líquido –no es retórica– y su venta a precios exorbitantes a los barrios donde viven las clases medias altas y los ricos de la siempre sedienta capital de Sonora, Hermosillo.
Un negocio de muchos miles de millones de pesos que, subrepticiamente, han venido desarrollando las familias Sidaoui y Margain Berlanga ante los ciegos ojos de la Comisión Nacional del Agua.
Reventar la presa en el rancho de Padrés fue para evitar que se inicie una indagación que descubra que hay otras más por esos rumbos –que tampoco tiene detectadas Conagua, dicen– y los cientos de kilómetros de tuberías que llegan al norte y al este hermosillenses.
¿Tiene Padrés participación en este bisnes fuera de la ley? También esta es otra historia. Le seguiré informando.
TODO, POR CHINCHES 50 MIL MILLONES
Como si alguna comedia bufa nos faltara para que la interpretaran los mimos del “gobierno”, ya llegó, ya está entre nosotros la nueva farsa-ficción que les queda a los mentecatos ” como anillo al dedo”, para coronar los dos primeros años del desastre de la restauración priísta.
Y es que empezaron por festejar, estridentemente, en las tribunas de las Cámaras, en boletines oficiales y hasta en “chacaleos” que, en el período del 2015 al fin del sexenio, ¡van a llegar 50 mil millones de dólares de inversión petrolera!
Para quienes no estamos muy acostumbrados a esas danzas macabras de cifras infladas, pero con objeto de que nos entendamos, convengamos en que dicha cantidad sólo representa… ¡menos del diez por ciento del presupuesto de egresos de este año!
¿Qué absurdo, no? Tanta reforma estructural, para salir como los ratones en el famoso parto de los montes, o con que “a Chuchita la bolsearon”, pues la famosa cantidad multimillonaria en dólares no justifica haber parado 21 meses la economía en espera de esa minúscula, muy minúscula derrama.
Sin embargo, es penoso reconocerlo, la festejaron, desde el coordinador de los diputados del ñoño Partido Verde, los diputados y senadores, miembros de las “prestigiadas” comisiones de energía y el quintanarroense Pedro Joaquín Coldwell, jefe de la tripulación energética (¡gulp!)
Como se enteraron que el duende de la redacción había descubierto la patraña, ahora de plano, se subieron al ignoto mundo del carrusel de las cifras, al fin y al cabo, nadie las checa. Sólo las manejan los elegidos, los que están más allá del huevo tibio.
Y como siempre, compraron a los rotativos de su predilección y, como ya sólo manejan de cabezal p’arriba, volvieron al titular de “ocho”, pero a riñón, sin medida: “Superpeso brilla a escala global”, mandaron a poner.
Y torturaron al devaluado “huachinango” para hacerlo aparecer “entre las divisas con mayor volumen de operación en los mercados cambiarios”. Preocupados, más que nada, desde un punto de vista clínico y hubo quien leyó con atención la nota.
Y sí, ¡oh, sorpresa!, desgraciadamente no hubo equivocación con los pacientes a tratar. El Banco Internacional de Pagos de Suiza, considera que estamos en el octavo lugar mundial de operaciones, con un monto de transacciones de compra venta de 135 mil millones de dólares diarios.
Pero no se refiere a dinero que entre al país, ni que se haga en base a compromisos gubernamentales –que es lo que quieren que nos traguemos–,sino a compra y venta de títulos de papel golondrino.
Y es que, si fuera de otra suerte, ¿para qué querríamos las reformas petroleras?
Mandar tantos mensajes encontrados, tiene un costo bastante alto en el crédito-país. Por ejemplo, después de que en la Ronda Cero se dejó a Pemex la explotación de todos los campos maduros en explotación… ahora Pemex Hacienda boletinan que el verdadero pastel (donde está el 40% de las reservas nacionales) se dará a las multinacionales.
Como si no supieran los tiburones multinacionales que lo que les está ofreciendo es explotar los posibles yacimientos del Paleocanal de Chicontepec, tan profundos, rocosos y caros de penetrar que tienen 50 años de estarlos rechazando!
¿Por qué le quieren enseñar a hacer chiles a la Clemente Jacques? ¿A qué creen que juegan? ¿Qué no saben que cae primero un hablador que un cojo? ¿Qué no saben que hasta Google tiene aparatos para medir los yacimientos? ¿Qué no se han dado cuenta que hay cientos de miles de profesionales sin empleo más preparados que ellos?
Como que estas kermeses de juegos a la “gallinita ciega” y a las “cebollitas” entre los miembros del “gabinete”, ya están rebasando los límites de la comedia.
¡Empieza a oler a tragedia!
Índice Flamígero: “A media luz”, es el título de la colaboración de don Alfredo Álvarez Barrón: “Vaya que el Sr. Peña es un hombre de palabra: prometió que iba a bajar el recibo de la luz…y ya bajó, pero sólo para quienes trabajan en la Comisión Federal de Electricidad, la empresa (im)productiva del estado; así por ejemplo, en el centro del país, un trabajador de la CFE tendrá derecho a recibir, sin costo alguno, hasta 600 kilowatts-hora, equivalentes en tarifa 1 a $2,395.00; pero en Nuevo León, las cifras son aún más elocuentes, pues el límite de consumo es ahora de 1200 kilowatts fuera del horario de verano y de 1500 kilowatts en verano; estas cifras son equivalentes con la tarifa 1C, a facturas por $4,254.00 y $5,365.00, respectivamente. Así que estos privilegiados no tienen de qué preocuparse, pueden seguir utilizando el boiler eléctrico, el aire acondicionado y todos los focos que quieran sin ninguna limitación; a fin de cuentas, CFE da para eso y más. Pero mejor veamos qué opina al respecto un trabajador de dicha empresa.” Y aquí es donde entra El Poeta del Nopal, quien no dice: “¿Boiler a gas?, que apatía, / ¿y el solar?, insuficiente, / yo tengo el agua caliente / a cualquier hora del día / pues gasto más energía / que planta generadora; / si usted, amable señora, / quiere pagar menos luz / no cargue más esa cruz / ¡y compre diez veladoras!”.
No sólo huele a tragedia, cada rasquido derrama grandes cantidades de pus.