En pasadas, pero recientes líneas la abogacía independiente y resuelta de la Federación habló sobre la ministra de la plebe o la plebe de la ministra. Hoy ampliará sus conceptos sobre esa simuladora que finge o imita lo que no es. Docta en la Ciencia del Derecho.
Lenia Batres Guadarrama, es una impostora que hace de la justicia una farsa, o sea, una tragicomedia. Su personalidad belicosa envuelve inmoralidades como la mentira, la mediocridad, el desconocimiento de las aristas de la ley y otras muchas que sería prolijo mencionar.
Así, la plebe de la ministra, al ostentarse como docta, que no lo es, al aparentar una valía de la cual carece para cubrir su ignorancia o insignificancia, al fingir sabiduría para envolver su ineducación e incultura jurídica, se convierte en una simuladora de la impartición de justicia, que se apoya en su verborrea para pretender dar la impresión de un saber jurídico del cual carece.
Como se ha observado en los plenos en los cuales ha intervenido, su actitud obedece a su incultura o a su falta de inteligencia o carencia de vocación por el estudio del Derecho Positivo Mexicano.
La audacia de Lenia Batres Guadarrama, como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que no la inteligencia de la que carece, la convierte en una impartidora de justicia farsante, que busca siempre el aplauso de la plebe y su admiración.
La incultura jurídica que la permea y todos los defectos que de ello se derivan, le impedirán ser la futura ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
México requiere en ese sagrado recinto a un hombre o mujer de amplios conocimientos jurídicos y experiencia en el medio de impartición y administración de justicia, que le es parejo, esas son las armas con las que debe de contar el futuro o futura ministro y/o ministra presidente para emprender la lucha que le va a obligar esencialmente a depurar el medio de tanta corrupción e ignorancia en la impartición de justicia.
Don Salvador Mondragón Guerra, ministro finado de la Suprema Corte de Justicia de la Federación, en su tiempo aseveraba que: “es indiscutible que los ministros de este recinto deben de tener una preparación práctica y científica muy amplia para resolver los problemas de justicia que acucian a esta Nación”. “De todos los nombramientos es el de ministro el que requiere, sin duda alguna, el mayor cúmulo de conocimiento y experiencia, ese nombramiento es el que más exige de un constante estudio para ser un buen impartidor de justicia, esa es la excelsa función que México requiere”.
La sapiencia del Derecho no se encuentra en la plebe de la ministra para ser la próxima presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México.