Por Arturo Sandoval
“Hay que ser infiel, pero nunca desleal.” Gabriel García Márquez. O lo que es lo mismo: “hay que ser marrano, pero no tan trompudo”.
Parecía imposible, pero la luz al final del túnel hace su explosiva aparición en el discurso de la senadora Lilly Téllez. Alguien con la representación de la derecha más extremista del momento sin tapujos ni pena de reconocerlo; pero con argumentos sólidos y congruentes. Un cambio en su discurso donde hace a un lado los calificativos soeces para definir lo que la oposición no encontraba: una ideología. Morena no debe ver de soslayo esta nueva conducta de la Senadora, debe considerar seriamente a una rival muy poderosa; desde luego no por ella misma sino por quién posiblemente le da los guiones de sus nuevos discursos: Salinas Pliego. Sí, el empresario que hace más de un año la cabeza de una de mis columnas nombró como presidenciable. Hoy lo es a través de Lilly Téllez. Todos los recursos en dinero y en tiempo aire respaldarán a esta potencial candidata a la presidencia, sin duda la mejor posicionada y evaluada de la oposición.
Vale la pena el análisis de Álvaro Delgado y Alejandro Páez sobre el discurso de Lilly Téllez:
( https://www.youtube.com/watch?v=Cq2vMEdwAEw ).
El rival directo de la señora Téllez para lograr ser candidata absoluta de la oposición es Santiago Creel, a quien la mayoría de los medios califican de gris con discurso dinosauramente engolosado. Santiago ya no es el catrín de los 80 que Guadalupe Loaeza califica de “Totalmente Palacio”.
Su imagen de ropa de marca perdió la fuerza de “espanta pendejos” incluso en sus círculos cercanos, necesitados, desesperados de recuperar privilegios. Esa alianza de la oposición difícilmente pondrá a Creel como candidato por ser un cartucho quemado o, un cuete cebado. Santiago Creel es un polvoriento costal de ego en una sombría esquina de podrido chiquero.
Probablemente se piense en el apoyo de Televisa para corresponder a los permisos de casinos que les dio Santiago Creel a horas de entregar el puesto de secretario de Gobernación, pero al parecer eso fue un pago por beneficios ya obtenidos por el Senador. Así que ahora que Televisa no tiene un candidato ni pondría a Loret de Mola como tal; podría apoyar a Lilly Téllez también, en una estrategia donde no ganará más que Azteca TV., pero algo al menos no es nada.
Negocios son negocios, es el eslabón perdido durante más de cuatro años y hoy regresa en el bonito y mediático rostro de una Senadora. Incluso, el Grupo Salinas, aún si pierde su candidata, ganará mucho más que los demás integrantes de la oposición, tanto de partidos como del sector empresarial. Muy probablemente Lilly Téllez obtendrá más votos que Ricardo Anaya en el 2018; ella es un factor más fuerte que el mismo devaluado PAN.
NOTA: ya le tocó a Televisa con el cara bonita Peña Nieto; la fórmula se repite con la televisora del Grupo Salinas.
