Yo Campesino / ¿Mitómano?
• Lo peor es que El Ganso miente a sabiendas de que sus feligreses le creen
Miguel A. Rocha Valencia
Está demostrado que el profeta de la 4T miente descaradamente, lo sabe, pero está seguro que quienes no se toman la molestia de leer cifras incluso oficiales, le creen y los convence de que sus dichos son verdaderos, incluso sus promesas incumplidas que chocan con una realidad que se torna trágica como los 100 mil asesinatos por la violencia solapada por su régimen y el exceso de muertes por la mala gestión de la pandemia.
Igual, le creen que la culpa de la debacle económica, crecimiento que ofreció y no se logra, se debe a algún tipo de corriente ideológica que él califica de neoliberalismo, a los ricos, clasemedieros aspiracionistas, a quienes se van al extranjero a estudiar y desde luego, a los conservadores, cuando su política es eso, de un rancio conservadurismo, centralistas y estatistas.
Regateó y disminuyó las participaciones a los estados gobernados por incómodos y los acusa de propiciar el crimen. Creó una guardia nacional (con minúsculas) que sólo sirve de Border Patrol para perseguir a migrantes pero no a delincuentes y se regodeó en cancelar fideicomisos y fondos de apoyo a la cultura, la ciencia, universidades y en cambio a los criminales les entregó gubernaturas, presidencias municipales, congresos y una gran impunidad.
Pero cuando el Ganso que bala (beeee-beeeee) dice que lo hace por erradicar la corrupción, sus seguidores lo creen aunque no presente pruebas de sus dichos, máxime si les retribuye con dinero que es de todos y serviría para guarderías, medicamentos, refugio a mujeres agredidas, rescatar empresas y generar desarrollo con crecimiento, salir de la crisis y no aumentar los niveles de pobreza y hambre del país como lo demuestran los datos del INEGI y organismos internacionales como las calificadoras.
De tal suerte que con el tema de la reforma eléctrica, el machuchón de Palacio Nacional, miente a todo color al país cuando afirma que los consumidores pobres o medianos, pagamos el kilowatt hora de luz en cinco pesos, pues en realidad el costo es de 85 centavos y sólo el tres por ciento de los altos consumidores tienen esa tarifa, por eso buscan, aceptan o invierten en alternativas más baratas que también resultan más eficientes y menos contaminantes como la eólica y solar.
Pero más allá de esa discusión donde los seguidores de la Cuarta dirán que su caudillo dice la verdad, el hecho es que CFE no tiene capacidad de suministro ni con el respaldo de la generación privada que paga por la conducción de su producción tarifas impuestas por la misma paraestatal.
De ello claro que se aprovechan las grandes empresas. Si yo tuviera lana pondría mi calentador o placas solares, pero no me alcanza y el mantenimiento tarde o temprano puede dejarme a mano, dado que mi consumo es menor y me conviene recibir la de 85 centavos de la CFE. Los grandotes sí pagan a cinco pesos. Pero no es pecado ni ilegal buscar alternativas más económicas aunque el Ganso diga que es inmoral.
Total el tema rebasa lo del precio para caer en capacidad de generación: la misma CFE reconoce que por instalaciones viejas, pierde mucho del 52 por ciento que produce de energía y los apagones en diversas partes del país son constantes. Incluso las vías de conducción las cuales monopoliza, están desgastadas y faltas de mantenimiento, dado que no le alcanza para supervisar líneas donde se cuelgan millones de diablitos sobre todo en comunidades irregulares.
Supongamos que contra lo que recomienda el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, se imponga el criterio presidencial de manera radical como lo sugiere el titular de CFE, el impresentable Manuel Bartlett Díaz y se cancelen los contratos vigentes a los productores de energía privados y que incluso se proceda a incautar instalaciones y no se les pague.
De por sí, los expertos dicen que se cancelaron 40 mil millones de dólares en proyectos de inversión privada, que la reforma contraviene cláusulas del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y se pretende romper 78 mil contratos-permisos para la generación de energía privada que representa el 43 por ciento del consumo nacional.
Si se le suma todo lo que se vendría de juicios internacionales y locales, el tema de vuelve un gran problema para el gobierno de México. Al menos en indemnizaciones no habrá dinero con un presupuesto donde no alcanza para nada y hay compromisos de pagos de deuda perentorios.
Lo peor sería quedarnos sin energía. China es el ejemplo claro; su PIB cayó a sólo 0.2 en julio-septiembre y donde mucho tienen que ver los problemas de energía que le pegan a su industria propiciando un mayor desacelere de su economía. Ya no pude crecer y se están generando cuellos de botella, a los cuales se suma el problemón de su crisis inmobiliaria.
De plano esta reforma nos va a llevar a un callejón muy oscuro en todos sentidos en especial político y económico. El social, ya sabemos: más pobreza. Cuidado y mesura por favor, como dice Monreal.
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