Los muy vehementes conocimientos expresados por Jhon Dewey, en su ilustrativa Human Nature and Conduct. An Introduction to Social Psychology, the Modern Library, Cap., pp. 14 y 55, según nos lo hiciera saber el Dr. Jorge Maqueda Cortinas, refiere que: “Los hábitos pueden ser comparados a los instintos o funciones fisiológicas, tales como el respirar, el digerir o el defecar. Su diferencia es que las funciones fisiológicas son involuntarias, mientras que los hábitos son adquiridos”
Vaya manera de dar inicio a la presente colaboración, con la verdad.
Según el escaso parecer de quién esto escribe, a pesar de la importante diferencia (a la que se refiere quien sí sabe), los hábitos se parecen a las inclinaciones de Andrés Manuel López Obrador en muchos aspectos, y de modo especial en que requieren –al igual que estos— del modo de pensar y actuar del personaje en cuestión. Así como el deglutir es asunto del estómago y de los alimentos, así también su pensar implica poner a funcionar su intelecto para poder regarla sus anchas; para que sus múltiples seguidores le aplaudan sus deposiciones.
Nuestro señor Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, origina determinadas conductas que lo llevan a producir toneladas de torpezas. Pues bien, esas conductas suscitan miles de reacciones en un México diferente y pensante. Sus seguidores aprecian sus errores, los estimulan, los difunden. Otros mexicanos los desaprobamos, los censuramos, nos oponemos a ellos. El imitar a esos aplaudidores nos convertiría en cómplices de tales defecaciones, que están pretendiendo dejar a México con un hedor insoportable. Esos hábitos no los compartimos; en esto consiste la diferencia de un México pensante y el proceso puramente fisiológico de Andrés Manuel López Obrador.
La tranquilidad del México entendido es que los hábitos de Andrés Manuel López Obrador no se transmiten por contagio. Ello no es así; lo que ocurre es que persisten las mismas condiciones en aquellos que manejan los “otros datos” y esos “otros datos” los convierten en integrantes de los propios hábitos del Poder Ejecutivo Federal.
Ahora bien, muchas de esas formas adquiridas de conducta o hábitos de la Cuarta Transformación de la Nación y/o Andrés Manuel López Obrador, no obstante se hayan integrado en un determinado sector de nuestra Patria, de modo similar a como está integrada la forma más fija de la conducta de Andrés Manuel, esa forma de conducir a la Nación no contaminará la forma de pensar de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..