La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Lo que YSQ quiso decir: ¡no se hagan bolas!
El pasado sábado, el presidente López Obrador, inauguró una factoría de la trasnacional Nestlé, en la congregación de Santa Rita, municipio de Veracruz.
El evento congregó a la plana mayor de la 4T local y sirvió para enviar una serie de mensajes, ateniéndonos a la máxima reyesheroliana de que la forma es fondo.
Hacia el interior de MORENA, hubo una señal muy clara: la invitada especial fue la secretaria de Energía, Rocío Nahle, ya que, dada sus funciones, no tenía vela en el entierro a menos…a menos que la quisieran placear y eso fue lo que ocurrió.
La otra funcionaria federal presente, fue la tía Tatis, pero como secretaria de Economía su asistencia fue justificada. Por cierto, el que no fue convidado, es el aún presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna, lo que demuestra quién es quién en las preferencias presidenciales.
Otra postal destacada, fue la mención que el tabasqueño hizo de la alcaldesa panista Patricia Lobeira, como impulsora del proyecto, además, de que no tuvo empacho en saludarla y autorizar que estuviera en el presídium, lo cual confirma que, la animadversión del Tlatoani, es con Miguel Ángel Yunes Linares y sus hijos.
El detalle no es menor, porque ante el guiño de urbanidad política del mandatario, los trogloditas locales quedan desautorizados para arremeter contra la señora Lobeira, como acostumbran, contra todo aquello que identifican como ‘enemigo’.
En suma, el tabasqueño fortaleció a dos mujeres: doña Rocío y doña Patricia, en sentido contrario, damnificó a Sergio y, de carambola, embuchacó a todos los locos.
¡Ah!, por no dejar, al parecer la planta de la Nestlé reactivará la economía de la zona.