Influyente es un adjetivo que, de acuerdo a los diccionarios, se aplica a la persona que tiene la capacidad de determinar o alterar la forma de pensar o de actuar de otra u otras.
Influyentes conocemos muchos usted y yo. Desde aquel que saca su credencial o “charola” para evitar una multa de tránsito, hasta aquellos otros que, con bien administradas declaraciones a los medios, consiguen alentar o incluso modificar políticas de la Administración Pública que en muchos casos les benefician y, en los menos, les perjudican.
Últimamente dos de los miembros de una misma familia han salido a mostrar urbi et orbi lo influyentes que son o que pueden llegar a ser. Son los prohombres de las reformas. La educativa, la energética, así como de la de telecomunicaciones y la fiscal… a modo, claro está.
Ambos se llaman Claudio. Usan los dos la letra equis como middle initial a la que han convertido en trademark. Y su patronímico es González.
El pater, Claudio X. González Laporte, según sus biógrafos, “estudió Ingeniería Química en la UNAM y se posgraduó por la Universidad de Stanford. Al terminar su carrera en la Máxima Casa de Estudios de México ingresó a Kimberly-Clark, en 1956, trabajó en todas las áreas de la compañía y así la conoció como la palma de su mano. En 1966 asumió la Dirección General y en 1973 fue nombrado CEO y empezó a comprar acciones de la firma. En la actualidad, Claudio X. González posee la participación accionaria más grande que un mexicano tiene en Kimberly-Clark y actualmente preside el Consejo de Administración”.
Exitoso en la industria, lo ha sido más como capitán de los grupos de presión pues, “ha sido presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Ha sido consejero presidencial en materia de inversión y es el empresario que más participa en Consejos de Administración. Algunos de ellos son Carso, América Móvil, Alfa, Televisa, General Electric, Unilever, Grupo México, Home Depot, Kellogg´s, JP Morgan, International Advisory Council…”.
El junior es el junior. Claudio X. González Guajardo fue directivo de Televisa y, bajo su patrocinio, es cabeza visible de dos ONG’s: Mexicanos Primero y, en calidad de honorario, de Únete.
El primer señor equis ha salido apenas a los medios, como crítico de la iniciativa de reformas en materia de telecomunicaciones, luego del éxito que el segundo ha tenido en la materia educativa, cuya causa dice abanderar.
“Todo poderosísimo (el Instituto Federal de Telecomunicaciones) va a causar ‘ñáñaras’ en el sector privado”.
GRUPOS DE PRESIÓN
Dadas las peculiaridades de la democracia “a la mexicana”, aquellos a quienes identificamos cual influyentes conforman, muchas veces, grupos de presión o grupos de interés. Y no son pocos.
Los numerosos grupos de interés que actúan cotidianamente en el seno de las sociedades democráticas, se transforman y son considerados como grupos de presión, sólo a partir del momento en que los mismos comienzan a actuar sobre el poder y el gobierno, para imponer sus aspiraciones o reivindicaciones, dicen los teóricos.
Estos grupos de presión respetan el esquema democrático en que funcionan. Y a su vez en los sistemas no democráticos los grupos de esta naturaleza no son admitidos por el régimen imperante.
Son grupos que tratan de influenciar a las autoridades, a los gobernantes, a quienes detentan el poder pero no buscan obtener el poder para sus integrantes. En contrapartida a los partidos políticos que son organizaciones o grupos, consagrados exclusivamente a la acción política, la mayoría de los grupos de interés son organizaciones no políticas, cuyas actividades esenciales no son la presión sobre el poder.
No obstante toda asociación, todo grupo, puede actuar como grupo de presión: organizaciones sindicales o instituciones del propio Estado (como gremios de funcionarios públicos; las Fuerzas Armadas, etc.) pasando por asociaciones patronales, de profesionales, cámaras de industriales o comerciantes, gremios de estudiantes, docentes o funcionarios, sindicatos de todas las ramas de la activad laboral u organizaciones de trabajadores que nuclean a los diferentes gremios. También ciertos periódicos o medios de comunicación de masas responden a actores sociales o grupos de interés y utilizan al medio como elemento de presión sobre el gobierno.
Y hoy estos grupos de presión vuelven a estar en apogeo.
La pregunta, empero, es ¿cuánto se deja presionar el gobierno por estos grupos empresariales? Usted ¿qué advierte?
Índice Flamígero: Ahora el más joven de los dos equis se lanza en contra del Alma Mater de su padre. En su cuenta de twitter (@ClaudioXGG), escribió el 18 de marzo, hace dos días: “México le da mucho a la UNAM. La UNAM le debería dar más a México: más excelencia, más rigor, mejores profesionistas, mejores cuentas”. ¿Querrá convertirla en la Universidad Nacional “Anáhuac” de México? Por lo de los Legionarios, digo…
–especialmente durante el salinato la estrella de X uno ascendio a los altos vuelos del olimpo mexicano y no se ha bajado.