Por Magdalena García de León
Javier Duarte, el gobernador con licencia, de Veracruz, está haciendo un juego que no entendemos, por lo menos la mayoría no lo entendemos, supongo que aquellos con los que juega si saben de qué se trata.
Primero niega todas las acusaciones, en su contra, presenta su declaración 3 de 3, en la cual su esposa no posee ni un alfiler.
Después va a un programa de televisión en el que anuncia que va a solicitar licencia para enfrentar a la justicia, acto seguido huye, se esconde.
Se hace notar en Chiapas y el padre Solalinde da las coordenadas donde se encuentra, por ayudar a las autoridades o a Duarte, eso no lo he podido esclarecer.
La PGR y cuanta autoridad se les ocurra lo va a buscar ahí, lo que os hacepensar que ya huyó a Guatemala.
Pero aquí es donde empieza la parte más peliaguda de su juego. Manda una carta al Congreso de Veracruz, la cual es lo suficientemente ambigua para dudar de su legitimidad, pero quien la entrega es un pariente de su esposa.
Días después detienen a otro pariente de su esposa con dos pasaportes falsos, uno para él y otro para su esposa, en Chiapas.
Por lo que creo que está lanzando pistas falsas, a la mejor ya está en Canadá o en Estos Unidos o por lo menos en la frontera norte, que es por donde pretenderá huir y está haciendo que lo busquen por el lado contrario.
Lo más importante de todo esté juego es ¿A quién le está mandando las señales? A quién pretende advertir que si no lo protege o protegen los va a balconear, eso es lo más importante de todo, porque lo primero que se me ocurre es que está jugando todo por conseguir que el Gobierno, el Estado, las instituciones o los más altos funcionarios le garanticen la impunidad total.
Lo que me lleva a pensar que todo el sistema de justicia está mal. ¿Cómo es posible que le concedan decenas de amparos a delincuentes para evitar que sean juzgados por crímenes que obviamente si cometieron, por delitos contra el país y sus ciudadanos, como el robarse el presupuesto del estado que gobiernan, que han defraudado a miles o por lo menos cientos de personas con cajas de ahorro falsas, que están acusados de estupro como el porky que va a ser deportado de España, pero que al llegar lo van a dejar en libertad porque un pseudo juez así determinó, por un mal juicio o por que le llegaron al precio.
O por asunto político un juez deja en libertad a Raúl Salinas de Gortari y le devuelven toda la lana que jamás pudo probar su procedencia, o que tienen a Elba Esther Gordillo cuatro años en prisión sin que se le haya realizado un juicio o que le nieguen el derecho al arraigo domiciliario, que la Constitución le concede por edad.
Estos son algunos elementos que me hacen pensar que el sistema judicial mexicano está podrido, que es un asco y que los jueces que trabajan de verdad por conocer la verdad y aplicar la ley son los menos. Que vergüenza, no solo los políticos y los partidos están pervertidos.