Eduardo Sadot
El presidente le ha demostrado su oposición para ser candidato a la presidencia, la terquedad de Obrador de imponer a Sheinbaum es evidente, ella está dispuesta a protegerlo y no permitir que lo molesten después de su mandato – hasta hoy antes de ser presidente – además que le garantiza ser el instrumento para consolidar su Maximato, porque no tiene tamaños para decirle no, aún cuando ya haya dejado de ser presidente, desde luego sus corifeos alaban la posición de la señora pues todos ellos anhelan que la cuarta tiranía continúe. Lo que aún no le queda claro al presidente – como les ha sucedido a todos – es que los ex son solo eso, ex y que nada ni nadie les garantiza que en el ejercicio del poder cuando terminan su mandato dejan de ser lo que fueron, esa ha sido la regla del sistema político mexicano, ni Calles que ejerció el Maximato, ni Echeverría a quien muchos de sus seguidores veían en la ONU luego de su mandato, ni Salinas a quien le atribuyen toda clase de culpas al llegar a ser ex, probaron lo que significaba haber sido.
Por más que esté convencido Obrador de que con ella logrará la continuidad que anhela ella no es una dócil gacela como las que cuidan de Obrador, para eso al tiempo, pues solo hay que ver su conducta en su vida privada y tendría la evidencia. Pero más allá, el tema es quién garantiza que el país vaya mejor. Quien tienen la capacidad dentro de MORENA para resolver entuertos, para remediar las pifias y encarrilar nuevamente a un país descarrilado, el que casualmente entre sus proyectos está precisamente un ferrocarril para un país descarrilado.
La relación Obrador-Monreal aunque quieran echarlos a pelear, con todo y eso, es espléndida, no por el afecto de Obrador sino más bien por el respeto y el conocimiento a las capacidades de Monreal, desde sus tiempos de priísta Monreal en la LVII legislatura bajo el liderazgo de Arturo Nuñez, todos lo recordamos junto con el diputado también Rafael Oceguera como los parlamentarios más participativos y con los mejores argumentos frente a la oposición, claro que destacaban otros legisladores de entonces Miguel Sadot Sánchez Carreño, Oscar González, Estefan Chidiat, José Luis la Madrid, Joel Ayala, Fidel Herrera entre otros. También, cuando en el PRI le cerraron la posibilidad de competir por la gubernatura de su Estado Zacatecas, bajo las siglas del PRD venció a su anterior Partido, por supuesto que no fue traición, sino que la cerrazón en aquel momento del PRI lo lanzó a ganar por otro Partido. Fue ejemplo que después siguieron otros.
Monreal nunca se confrontará con el presidente y Obrador los sabe, pero también sabe que antes que nada Monreal es un político experimentado, al presidente le acreditó fehacientemente su lealtad, cuando acepto bajarse de la candidatura para el gobierno de la ciudad de México frente a Sheinbaum, esto es algo que éticamente debe considerar Obrador si honra su palabra y actúa justamente.
Monreal sabe que el camino no está fácil, pero Obrador también lo sabe, en el escenario, donde el voto duro de MORENA se encueró, con la famosa encuesta para enjuiciar a los expresidentes y ahora las dificultades para la revocación pintan un escenario diferente, además, Ebrard también trae cartas y además es de los desairados de Palacio.
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