El expresidente uruguayo José Mujica, conocido por su papel icónico en la izquierda latinoamericana, ha finalizado su tratamiento de radioterapia por el cáncer de esófago diagnosticado en mayo. Según su médica personal, la doctora Raquel Pannone, Mujica “está bien” y se recupera favorablemente. La expectativa es que las sesiones de radioterapia tengan un efecto curativo.
A pesar de su edad avanzada y de padecer vasculitis e insuficiencia renal, Mujica ha mostrado una notable resistencia durante el agresivo tratamiento. Pannone destacó en una entrevista con radio Sarandí que, aunque el tratamiento le ha producido algunos efectos secundarios, Mujica ha mantenido su fortaleza física y anímica, lo que le ha permitido completar las sesiones sin mayores complicaciones.
«Está bien; se está recuperando. El tratamiento es muy agresivo en sí mismo y eso hace que le dé algunos efectos secundarios, pero que él ha llevado muy bien y se está recuperando y ustedes lo ven que está en diferentes actividades», explicó Pannone. La doctora añadió que ahora sólo resta “esperar, con tranquilidad, sin ansiedad, a que se siga recuperando y en un par de meses, no antes, nos planteamos reevaluarlo para ver las repercusiones y el efecto del tratamiento, que tuvo una aspiración de que sea curativo”.
A pesar de su tratamiento, Mujica no ha dejado de participar en la vida pública y política de Uruguay. El 20 de mayo, asistió a la marcha anual en reclamo de verdad y justicia por los desaparecidos durante la dictadura cívico-militar (1973-1985). Dos días después, participó en otro acto público, donde, aunque cansado, bromeó con los periodistas sobre su estado de salud: «Estoy como burro de panadero, de esos antiguos que hacían repartos, que paraban en todas las paradas sin que lo mandaran».
Mujica, quien gobernó Uruguay de 2010 a 2015 y es una figura emblemática del Movimiento de Participación Popular, una fracción de la coalición izquierdista Frente Amplio, ha continuado activo en la política. Esta semana, fue el orador principal en el cierre de campaña de Yamandú Orsi, su delfín en las internas partidarias de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
En su discurso, Mujica subrayó la importancia de tener una causa y un objetivo más allá de la existencia cotidiana. «Tengo que transmitirles la angustia existencial de un viejo luchador para que tengan una causa, un objetivo para vivir un poco más allá de la existencia cotidiana», enfatizó. También defendió la democracia y el papel del Estado en la lucha contra la pobreza, llamó a hacer crecer la economía y pidió un compromiso serio con la preservación del planeta y la especie humana.
Mujica, exguerrillero que luchó contra los gobiernos democráticos de los años 1960 y 1970 y pasó 12 años en prisión bajo duras condiciones durante la dictadura, sigue siendo una voz influyente y respetada. Su reciente tratamiento no ha mermado su determinación ni su capacidad para inspirar a las nuevas generaciones de uruguayos.
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