Día Hábil
Porfirio Muñoz Ledo murió arrepentido.
A los 89 años de edad poco tenía ya por aprender. Mejor dicho, nadie podía enseñarle algo en política.
El ciertamente saltimbanqui morenista de corazón y alma priistas -paseó por todos los partidos habidos- se arrepintió de apoyar a Andrés Manuel López Obrador para que llegara a la presidencia en 2018.
Es más, él le entregó la banda presidencial en el salón de plenos en la Cámara de Diputados.
¿Lo recuerda?
Estaba feliz, sonriente.
Pero ese saltimbanqui fue el único que criticó y enfrentó a su amigo y eso le costó muy caro: fue anulado, echado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y de la cúpula.
Mario Delgado Carrillo se deshizo de él cobardemente.
La disputa por la dirigencia nacional de Morena de 2020, cuando Muñoz Ledo lo arrasó en las encuestas y le advirtió que, de ganar, lo expulsaría del partido por corrupto -eso dijo-, derivó en su marginación.
No volvió ser diputado.
No se reeligió en 2021.
Mario lo dejó fuera de la lista.
Así nomás.
Y eso que son distintos.
Le tuvo miedo.
LA PRIMERA CRITICA
Muñoz Ledo leyó un discurso en Tijuana, Baja California el 8 de junio de 2019, en un evento dizque para celebrar la unidad:
-Doble moral, acusó el entonces diputado federal porque se exige respeto a los mexicanos que viven en Estados Unidos, pero se maltrata, se humilla, a los migrantes que llegan a este país.
López Obrador había enviado a Marcelo Ebrard a Washington donde fue doblado por Donald Trump, que amagaba con aumentar los aranceles a los productos mexicanos si no se contenía a los migrantes, que llegaban por miles en caravanas apoyadas por el incipiente presidente mexicano.
Bastó con el amago de Trump para que la política históricamente humanitaria de México con los migrantes cambiara y se convirtiera en persecutoria.
López Obrador los invitaba en campaña a venir y hasta apoyo y empleo les ofrecía. Luego, envió 27 mil soldados a cuidar las fronteras sur y norte y de a grapa, lo que presumía el del copete güero.
Muñoz Ledo calificaría después la iniciativa de reforma electoral de Lopez Obrador como “un golpe de Estado contra nuestro régimen constitucional. El Senado no debe aprobarla y el Presidente debe de ser procesado ante la Corte Penal Internacional. Tenemos el derecho a revelarnos contra la opresión, tuiteó.
-Que renuncie López Obrador. La ciudadanía mexicana ha decidido defender al INE y retomar la transición democrática, dijo cuando se llevó a cabo la primera marcha en defensa del INE.
Más aún: le llamaría cobarde por sembrar el odio entre los mexicanos y lo acusó de tener un pacto con el narcotráfico.
Hoy, el ideólogo de la izquierda se ha ido.
Y se fue arrepentido de haber apoyado al señor que vive en Palacio Nacional, pero dice ser austero.
Descanse en paz.
Vámonos: Ricardo Monreal pide que se acaben los espectaculares de Adan Augusto y las bardas de #EsClaudia. El ex secretario de Gobernación tiene tapizada la zona del Bajío.
Cínico.
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