En México tenemos prácticamente prohibido el tener armas de fuego y de la portación, ni hablar. Sin embargo, nuestras calles están plagadas de víctimas que padecen una delincuencia tanto organizada como desorganizada pero bien armada.
Esto deja claro que la restricción de armas en papel no es una verdadera restricción de uso para quienes viven al margen de la ley o para los poderosos. Esto usted lo sabe perfectamente, pero lo que poco se dice es que las potencias militares son proveedoras de nuestros delincuentes. De manera directa o indirecta la gran industria militar que pone y quita gobiernos en todo el mundo hace negocio a costa de la sangre de terceros como en este caso somos los mexicanos. Ojo no se trata de decir que los problemas son del extranjero y nosotros como país somos inocentes víctimas. Como país tenemos la gran responsabilidad de exigir a nuestros gobernantes que garanticen nuestra seguridad y en especial que garanticen que las fronteras no sean un queso gruyere por las que entra de todo con o sin papeles.
La corrupción es una enfermedad que mata más que el Covid19 y para limpiarla se necesita transparencia y luz en los asuntos públicos. Los asuntos de la administración pública deben ser ¡públicos! Los negocios de los carteles de la droga y de personas, están íntimamente ligados con los negocios de algunas de las empresas más grandes del mundo.
Hace años el propio gobierno de EUA estuvo involucrado en un escándalo por el perverso programa llamado “Rápido y Furioso”, mediante el cual se dotó oficialmente de armas a carteles mexicanos. Dichas armas son lo de menos. Lo peor es que muestran la falta de respeto por la vida de los mexicanos que sin saberlo pagarían con sus vidas, como parte de una estrategia de la DEA y de la Secretaría de Estado de EUA.
Hace años escuchamos que el candidato Trump decía que construiría un muro fronterizo y que lo pagaríamos los mexicanos. La verdad sea dicha, los políticos mexicanos y los altos políticos de EUA se benefician del caos fronterizo de forma directa e indirecta. Y qué decir de las empresas del comercio ilegal de personas, de drogas y de armas.
Hace unos días circuló en redes la foto de un presunto sicario con una lanza misiles portátiles, una AK47 y un chaleco militar. Según las primeras versiones, dicho equipo sería parte del que EUA envió a Ucrania para su guerra contra Rusia. Puede ser verdad que esas armas sean parte de un tráfico ilegal que utilizando a Ucrania está abasteciendo de armas a delincuentes del mundo. Pero también pueden ser parte de los miles de millones de dólares en armamento que Washington dejó al abandonar Afganistán hace un par de años. Y a nosotros ¿esto qué? Pues es simple, nuestra frontera no es nada segura y así las cosas, es fácil que por tierra o por aire estos equipos les sean entregados a los carteles traficantes de personas y de drogas en México y la verdad en el mundo.
No crea que en Ucrania no hay delincuentes. Hace dos meses se ordenó detener al líder de los jueces federales de ese país por presuntos actos de corrupción y cómo olvidar que hace 7 años el entonces vicepresidente Joe Biden ofreció demorar la entrega de mil millones de dólares al entonces presidente de ese país, hasta que esté despidiera al fiscal que investigaba una empresa de petróleo relacionada con su hijo Hunter Biden.
En el show que vimos el mes pasado sobre el límite permitido para la deuda de EUA, misma que se decía iba a caer en moratoria, poco dijo que ese país envía miles de miles de millones de dólares al año en armas a todo el mundo y que, si deciden dejar de enviar parte de esos equipos, podría bajar su deuda, misma que está por encima de los $31 millones de millones de dólares y con esta nueva autorización podrá llegar a los $35 antes del 2024. Esto es una locura y un insulto a la economía mundial que recibirá más presiones inflacionarias. EUA destinará en este 2023 más de un millón de millones de dólares anuales para compra de armamento. Imagine cuánto pueden pagar los dueños de las empresas de armas para que políticos y medios de comunicación le den rienda suelta a sus propuestas.
Ya entrados en el tema del tráfico ilegal de armas como el que se vio en la foto del lanzamisiles en Tamaulipas, pues los explosivos no son mal mercado. Esos pueden ser utilizados en el mercado del terrorismo, ya sea local o de exportación. En mayo 25 se extravió un tren con 30 toneladas de explosivos en camino a California, es decir no muy lejos de nuestra zona fronteriza. Así es, se les perdieron, pero usted no se preocupe, la versión oficial es que “se cayeron poco a poco durante el viaje”. Como una gotera o un pequeño orificio que convenientemente estaba ubicado al fondo del carro de tren. Obvio, eso es totalmente creíble. Si por ahí aparece una tragedia con explosivos derivados del nitrato de amonio ya sabemos de dónde pudieron ser, pero nadie lo admitirá. Como ve México no es el único que pierde trenes o sus mercancías. De hecho, en Los Ángeles California este fenómeno se ha vuelto el pan nuestro de cada día con mercancías robadas diariamente.
Al dinero por el tráfico de armas y de drogas se debe sumar el dinero por el tráfico de personas y sus efectos en las economías y la inseguridad en las zonas de tránsito, pero este tema como los otros dos tampoco es muy atendido. ¿Por qué? Usted lo sabe. En política la razón que no hace sentido, es porque hace razón económica para los que toman las decisiones.
Cuando los políticos de EUA hablan del tema de la frontera, la verdad es que solo dicen medias verdades que son mentiras completas. Porque a sus seguidores y patrocinadores les conviene que esto siga así. Lo hemos dicho antes, a los demócratas les conviene un mundo de nuevos electores y de mano de obra económica tema este segundo que comparten con los viejos republicanos y a los vendedores de armas y de drogas les conviene el flujo libre de esas mercancías. China le entró al negocio del abasto de drogas y claro ahora de lavado de dinero con quienes buscan cómo transportar millones de dólares en ganancias desde EUA hacia el sur.
Aunque parece que, con tanto comercio por la frontera de gruyere, el trueque también está de regreso, dando la oportunidad a pagar con armas o con otros artículos las drogas que se reciben. Y si China puede cobrar directo en EUA pues todos ganan. Veamos. Los precursores de las drogas se envían desde China a un país vecino de EUA, ya sabemos que no es México (¿o sí?). Eso es otro tema. Pero sigamos el camino. Esas materias se transforman en drogas finales y se envían a EUA por tierra y ahí se reciben armas de regreso y parte del dinero porque la otra parte se deja en manos de los carteles del lavado que funcionan en EUA con respaldo de China. Así los kilos de billetes pueden ser enviados por mar o por cuentas relacionadas con empresas gigantescas que lavan la ganancia. Usted elije.
Las armas son para los delincuentes, para la gente mala me decían algunos familiares cuando yo era niño, pero ahora veo que las armas son para los que detentan el poder. Y quienes fabrican las mismas, tienen de su lado a los que hacen las políticas públicas de todo el mundo. Así las cosas, en algunos países la frontera abierta de forma selectiva es como una prostituta que da acceso al que puede pagar sus servicios. ¿Muy fuerte? Si la frontera es segura ¿Cómo llegaron esas y otras miles de armas al país, no solo desde EUA sino desde Europa y Centroamérica? Según nuestras estadísticas la gran mayoría de las armas llegan desde la frontera con el Tío Sam, pero una parte muy importante también nos llega desde el sur y desde el este. Pero ¿será que pronto veremos las armas desde China? No lo creo porque China es vendedor de drogas y EUA y la UE de armas y entre esos “carteles” se respetan. Al menos aún.
Tal vez la idea de un muro físico y tecnológico no sea tan mala, aunque sea muy poco popular, por verse como inhumana. Pero el tráfico de personas, de armas y de drogas es mucho más inhumano. La pregunta debe hacerse. ¿Quiénes ganan con el caos? Más aún, se dice que un muro aparte de inhumano es costoso, pero ¿cuánto cuesta el desastre que tenemos? Obviamente no habrá tal sello fronterizo, pero cuando los políticos del mundo se niegan a algo, no siempre es por lo que dicen. Si las armas, las drogas y la prostitución son un negocio, el mercado encontrará forma de dar a los que quieren lo que otros pueden ofrecer. Pero insisto, el caos es aprovechado por los que ganan del status quo que hasta hoy se ha ido fomentando.