El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, rechazó este 15 de octubre las declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron, quien recordó que el Estado de Israel fue creado por una resolución de la ONU tras la Segunda Guerra Mundial. Este cruce de declaraciones se produce en un contexto de creciente tensión debido a los ataques israelíes en Gaza y Líbano.
Durante una reunión del Consejo de Ministros en el Palacio del Elíseo, Macron afirmó que Netanyahu «no debe olvidar que su país se creó por una decisión de la ONU». La declaración desató una rápida reacción del primer ministro israelí, quien respondió a través de redes sociales: «No fue la ONU la que estableció Israel, sino la victoria en la Guerra de la Independencia con la sangre de nuestros combatientes, muchos de ellos sobrevivientes del Holocausto».
Netanyahu también aprovechó para criticar a las Naciones Unidas: «Durante décadas, la ONU ha aprobado resoluciones antisemitas que buscan negar al único Estado judío su derecho a existir y a defenderse».
Críticas internacionales por la ofensiva israelí
El intercambio entre ambos mandatarios ocurre en medio de la escalada del conflicto de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza y Hizbulá en Líbano. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han sido señaladas por los altos costos civiles de sus bombardeos: más de 42,000 muertos en Gaza y 2,000 en Líbano, donde las operaciones afectan viviendas y estructuras civiles.
Además, Israel fue criticado por atacar a las fuerzas de paz de la ONU, conocidas como los “cascos azules”. Esto ha provocado una ola de condenas internacionales, incluidos llamados a moderar las acciones militares. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, pidió «actuar con decisión» contra las políticas de Netanyahu.
Tensiones previas entre Macron y Netanyahu
El enfrentamiento entre Macron y Netanyahu no es nuevo. El 5 de octubre, el presidente francés alertó que el resentimiento hacia Israel crecía entre los pueblos afectados por los ataques. En esa ocasión, Macron sugirió que la única forma de frenar el conflicto sería detener el suministro de armas a Tel Aviv, aludiendo al apoyo militar que recibe de Estados Unidos.
Netanyahu respondió entonces con firmeza, diciendo que los países que buscan imponer un embargo de armas a Israel «deberían estar avergonzados», al argumentar que Israel lucha «contra las fuerzas de la barbarie lideradas por Irán» y que debería recibir el respaldo de «todas las naciones civilizadas».
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