El día de ayer, martes 2 de julio por la tarde, el gobernador de Morelos Graco Ramírez, señalaba que había recibido una nueva advertencia de muerte por parte del crimen organizado.
Para tal anunció se citó a la prensa morelense y ahí mismo se dieron detalles de la amenaza:
Que la misma fue por mensaje de teléfono celular y en esta se le exigía frenar la estrategia que Ramírez tiene contra el crimen según se citó frente a los periodistas y que además –de manera pronta y expedita–, el Centro de Investigación en Seguridad Nacional (CISEN) ya realizaba las pesquisas sobre la amenaza de muerte al gobernador de Morelos.
Para nadie pasó inadvertido que esta ubicación en el centro de atención y posible víctima visible de la delincuencia organizada en que se sitúo Graco Ramírez, es un continuo del escenario de inseguridad que se vive en Morelos.
Luego de los elevados niveles de violencia y nula seguridad en la entidad que administra el perredista Ramírez, a este se le ocurrió advertir que no tiene una varita mágica para atacar a la delincuencia organizada y que literal “está canijo” resolver el problema, según él, sólo herencia de gobiernos de la entidad anteriores por lo que el domingo pasado se efectuó una megamarcha en donde los morelenses le exigían resultados a su gobernador para frenar la inseguridad y los niveles de violencia.
Pero más allá de que los habitantes de Morelos encuentren hoy la respuesta a su exigencia con al menos un proyecto de estrategia contra el crimen organizado, se tropiezan con que el mismo gobernador hace pública su vulnerabilidad ante los malandrines que sin duda azotan la entidad.
Sería iluso no pensar que quienes gobiernan y administran el territorio e incluso los mismo que combaten de una u otra manera a los delincuentes tan poderosos en México; no reciban constantes amenazas, advertencias y hasta atentados para detener las acciones que minen la criminalidad, lo que sí mueve a la duda, es el fin con el que Graco Ramírez revela tales acciones en contra de su persona, pues más que certezas a los morelenses los deja en el limbo de la inseguridad y muestra ante todo que lo que se dice estrategia, estrategia, no tiene ninguna frente a los capos de la droga, su fuerzas armadas y su real inteligencia de mercado ilegal.
Acta Divina… El gobernador de Morelos, el perredista Graco Ramírez advierte en cuanto al crimen organizado: “Estamos tocando intereses que permitieron que se asentara la delincuencia. También hay interés económico, hay lavado de dinero, hay mucho millones de dólares que se movieron en Morelos. Yo no estoy dispuesto a sentarme con esos intereses”.
Para advertir… ¿Quién podrá ayudarnos?
actapublica@gmail.com
— te recuerdas dna Claus, el Pinoschet Calderon tambien nos conto sus penas, a EL lo habian amenazado de muerte y su inutil vida costo mas de 200 mil victimas. espero q en morelos no sea igual.