Pasan los días y no pasa nada, la sociedad, de por sí desencantada, se indigna cada día más al ver como con el paso del tiempo de los gobernadores que dejaron sus estados en la inopia siguen impunes. Unos desaparecidos otros sin siquiera ser molestados, pero día con día ellos siguen libres y con sus millones y los estados sin recursos para pagar los servicios más fundamentales.
Pero hay algo que no nos debe distraer ya que, los periodistas vendidos al mejor postor, se han pasado gritando que estos gobernantes están desatados, que son peor que los anteriores, que nunca habían visto algo igual, primero para disfrazarse ellos de grandes acusadores, y paladines de la justicia, cuando fueron beneficiados por años ellos, las televisoras, periódicos y programas de radio donde laboran, porque no, estos no son peor que los anteriores, son exactamente igual, ahora la única diferencia es que hay mas acceso, o fuga, de información y por ello nos podemos enterar de los excesos de estos parásitos, de manera que todo no es más que una forma de hacernos creer que los políticos de ahora es a los únicos que deberíamos perseguir y dejar al resto, a los dinosaurios, tranquilos pues ellos “no fueron tan rateros” como los actuales o lo que es lo mismo “si robaron, pero poquito”.
Debe llegar el día que sin importar el lugar que ocupen, la edad que tengan o incluso hayan fallecido, la justicia alcance a estos traidores y haga resarcir el daño económico, ya que de moral ni saben, que han causado al país. Los que se enriquecieron a costillas de la miseria de sus paisanos deben ser perseguidos sin importar el tiempo.
Falta aun el show que montaran para cuando atrapen a Duarte, seguramente estar esperando el tiempo propició para armarlo y utilizarlo como distractor.
En una futura columna revisaremos lo que se llevaron los anteriores para ver si fue poca cosa y eso que solo será números, porque los abusos, los desmanes esos no se reflejan pero les aseguro, estos no son los peores.
Jorge A. Barrientos