El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, suspendió su campaña electoral y regresó a sus funciones este domingo 12 de enero, tras el asesinato del alcalde de Arenillas, Eber Ponce. Noboa había cedido temporalmente la jefatura del gobierno a Cynthia Gellibert mientras participaba en actos proselitistas para su reelección, programada para el 9 de febrero.
El asesinato de Ponce, ocurrido durante un atentado, obligó a Noboa a adelantar su regreso al cargo. “Una muestra de que los grupos armados organizados atacan al Estado con más intensidad en los momentos en los cuales Ecuador atraviesa un proceso electoral”, afirmó el mandatario en un nuevo decreto que derogó el anterior, que designaba a Gellibert hasta las 16:59 hora local.
El presidente anunció que encabezará una reunión de seguridad en Machala, provincia de El Oro, donde se coordinarán esfuerzos para enfrentar la creciente delincuencia organizada. “Es necesario articular esfuerzos coordinados para enfrentar a la delincuencia organizada y reforzar la seguridad en todo el país”, destacó.
Ecuador enfrenta una crisis de seguridad alarmante, cerrando 2024 con casi siete mil homicidios, convirtiéndose en el segundo año más violento de su historia. En 2023, al menos tres alcaldes fueron asesinados, lo que evidencia un patrón preocupante de violencia política.
A pesar del estado de excepción vigente en varias provincias del país, los ataques continúan.
Noboa subrayó que este nuevo hecho de violencia ocurre en un contexto electoral y busca generar terror en la población.La situación ha llevado a críticas hacia el gobierno por su incapacidad para garantizar la seguridad.
En medio de esta crisis, Noboa se enfrenta también a tensiones internas, especialmente con su vicepresidenta Verónica Abad, con quien ha tenido diferencias desde antes de asumir el poder.
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